Luego de la accidentada captura del
ecologista Chico Flores, Joe procedía a vendar la herida de su
rodilla desnuda luego de arreglarse el pantalón ante la atenta
mirada de su prisionero, que tenía bien sujetas las manos con unas
esposas.
- Apenas me cuesta creerlo, el gran
Joe Lambada no pudo matarme
Eso último que dijo sólo indigno
más al lastimado Joe, que dijo con una rabia apenas contenida.
-Lo que yo haga no es de tu
incumbencia, esto es entre dom Acab y yo
- Sí lo es si es que me vas a
entregar a dom Acab
-Quieres que te diga una cosa niñito,
una palabra más y cambiaré de opinión – decía mientras
terminaba de ponerse un sujetador en la rodilla después de colocarse
el vendaje, para finalmente arremangar la basta de su jeans oscuro
hacia abajo.
-Eso será muy interesante de ver.
Se escuchó por toda la selva el
sonoro disparo de una treinta y ocho. A los pocos segundos Chico cayo
de espaldas desde el tronco donde estaba sentado, ante la mirada de
un erguido e imponente Joe Lambada.
-¡No olvides que yo siempre tengo la
última palabra!, ¡¡caminha!!
Fueron en el todoterreno desde aquel
punto de la selva hacia la mina de Acab Michaelson, en donde el
vehículo se abrió paso por los caminos de tierra que bordeaban
aquellos gigantescos boquetes cavados en lo que antes era un bosque
virgen; todo del tamaño de tres veces Río de Janeiro. En el punto
de encuentro acordado, un iracundo Acab miraba cómo su mercenario
favorito le traía con vida al sujeto que había mandado a matar;
estaban presentes también sus hijos Marcos, Lucas y Juan además de
unos cuantos guadaespaldas.
¡¡ Te dije que lo mataras, no que lo
trajeras con vida!!
-Ese era nuestro trato al principio,
pero sólo cumpliste la mitad de él. Si fuese como te lo sugerí en
nuestra prenegociación por teléfono en donde yo te pedía que me
pagaras el cien por ciento, entonces él ya estaría muerto pero no;
primero me presionaste a que viniera a tu oficina para explicarme
todos los detalles, emborracharme con tu vino añejo, poner música
aburrida y darme una charla de tu amor por la naturaleza (Que es
precisamente algo que no practicas ni realmente te importa) para
hacerme firmar un contrato de mitad de paga sabiendo que yo nunca
opero así.
Acto seguido Joe sacó su smartphone
con su mano izquierda mientras con la derecha apuntaba con su arma a
Chico Flores.
-Basta de rodeos, págame en línea y
te lo mato aquí mismo
Pero justo en ese instante uno de los
hijos de Acab desenfundo su arma apuntando a Chico.
¡¡Muere maldito!!
Sin embargo no contaba con la
destreza de Joe
¡¡No, él es mío para matar y de
nadie más!! - dijo Joe al mismo tiempo que fulminaba con un tiro a
la cabeza al muchacho, lo que provocó que Acab, sus dos hermanos y
los demás se abalanzaran entre llantos hacia aquel cuerpo que se
precipitaba sin vida al suelo.
Con ojos de ira Michaelson miro a Joe
y entre dientes contraídos grito lo siguiente.
-¡¡Has matado Lucas, mátenlos ya!!
¿Lucas, igual que el personaje del
Clon?
¡¿Es mi hijo bastardo, ahora muere?!
-¡Diles que no disparen o otro de tus
hijos morirá!
-¡¡Fuego!!
Joe le dijo lo siguiente a Chico
-Huye lo más rápido que puedas hacia
el auto, yo te cubriré
¡¡Estamos rodeados, nos van a
matar!!
¡¡Hazlo yaaaa!!!
Sin más preámbulo, Chico corrió
como puma hacia el Land Rover mientras Joe disparaba a diestra y
siniestra en medio de aquella lluvia de balas. Durante aquella
refriega Joe se las arreglo para esquivar balas a la vez que logro
matar a algunos de ellos incluyendo a Marcos, el otro hijo de Acab;
esa acción provoco que Acab le pidiera a su hijo Juan que bajara el
arma.
-¡¡Baja el arma Juan y ponte a
salvo, eres el único que me queda!!, ¡¡y ustedes, es lo mejor que
pueden hacer, mátenlos ya!!
Aquella orden venía demasiado tarde,
pues tanto Joe como el muchacho estaban dentro del todoterreno, que
ya iba a toda máquina.
-Vas a tener una pequeña charla
conmigo cuando salgamos de aquí
-¿Eso crees, qué garantía tienes de
que será de esa forma?
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