miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mi gran invento





            Seis de la madrugada, siete milésimas, cuatro diezmilésimas y una cienmilésima de segundo… Un toque más y ya está: acabo de inventar el reloj que puede hacer que un cuerpo atraviese las paredes: es un electro magneto capaz manipular la gravedad que hay entre las moléculas mi cuerpo, permitiendo que atraviesen cualquier otro cuerpo sólido sin separarse del todo, como un sistema solar.

            Otra vez ganaría la feria de ciencias de la universidad. Ahora falta la prueba. Éste será mi mayor logro para la posteridad.

            Lo active y camine hacia la sólida pared de madera del antiguo depósito de esta granja; tuve como único resultado impactar de forma violenta con su dura superficie. Me rompí la nariz y un intenso dolor en la nuca me llegaba hasta la coronilla tras caer. Me levanté con dificultad; el experimento había sido un fracaso.

            Ajuste el reloj de forma tal, que hasta me queme un poco los dedos durante la soldadura. Lo active otra vez, toque la superficie de madera: no pasó nada. Golpee cada vez con mayor intensidad hasta sangrar mi mano.

            Inspirado por la ira, camine hacia afuera y pisotee mi gran invento. Un montón de chispas salieron despedidas de sus engranajes rotos. 

            Luego, una luz blanca de flash cubrió todo a mí alrededor. Nuevamente quedé inconsciente

            Al despertar, tenía mi cuerpo boca abajo en la grama, lleno de dolor. Una llovizna comenzó a caer.

            Cuando conteste el celular, escuche a mi novia hablando en un idioma alienígena, ¡¡qué bizarro!! Indignado, tire el móvil lejos de mí. 

            Si era sueño, lo mejor era despertar. Volví adentro y cogí un cuchillo eléctrico; con gran valentía acercaba su filo a mi cuello. A milímetros de él pare; tuve mis dudas.

            Analice lo ocurrido: observe que en mis pies sólo tenía mis medias puestas. Fui nuevamente afuera, logrando divisar una imagen en una laguna que formo la llovizna en la grama. Al otro lado de la imagen, estaban las suelas de mi zapato aplastando lo que quedaba del reloj que desprendía chispas. Entonces lo supe.
            ¡¡Había inventado sin querer un reloj que me transporto a una dimensión espejo y lo destruí!!, ¡¡Ahora jamás volveré a mi realidad!!



11 comentarios:

  1. Quedó atrapado en otra dimensión!! vaya, me gustó la idea que sacaste de esta imagen. Después de realizar tremendo invento el pobre hombre es presa de su genio y de su error. Abrazos.

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  2. ¿Quién no ha pensado alguna vez quedar en otra dimensión? Interesante

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  3. ¡¡Muy bueno y ameno!!, Alberix. A mí me ha atrapado la dimensión del relato, jeje ;-)
    Abrazos

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  4. Menuda fantasía... Mejor sigue escribiendo que la ciencia no es lo tuyo, Jeje. Buen relato.

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  5. Excelente Alberix, nos la pones difícil tú y los demás jajaja. Muy buen relato, excelente, me gustó y sobre todo me atrapó la idea de otra dimensión. Te felicito! Suerte!

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  6. Exelente idea. Muy bien desarrollado. Me gusto mucho.

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