jueves, 7 de julio de 2016

¿Vale la pena hacer otra película de Ben Hur?


Hollywood, aquella fábrica de sueños y pesadillas, pese a todo, nunca deja a nadie indiferente. Tambien es irónico que su época dorada haya sido precisamente en el tiempo del Estados Unidos más conservador - los matrimonios interraciales, principalmente entre negros y blancos, eran algo tabú; los estados del norte y del sur todavía no asimilaban del todo las secuelas de la guerra civil; la homosexualidad debía vivirse en secreto, fumar era de lo más común y cualquier acusación de ser comunista no era tomada a la ligera -, y no precisamente ahora, cuando todo lo indicado entre líneas, si bien todavía ha dejado secuelas, ha desaparecido casi por completo - ya tienen un presidente negro y tal parece que tendran por primera vez en la historia a una mujer gobernante -. Las producciones hollywoodenses, si bien han adaptado sus elencos a los tiempos actuales, en su mayoría, carecen de esa calidad narrativa de las de antaño - que me perdonen si digo que a Oliver Stone le falta la fuerza narrativa de un Elijah Kazan o que George Lucas y Stephen Spielberg juntos no sean capaces de lograr las escenificaciones épicas de un Alfred Hichcock o de un Cecil B de Mille, cineastas que no contaban ni con la tecnología ni los efectos especiales que sí desarrollaron sus colegas antes mencionados. Hay que decir que hay excepciones, como la trilogía del "Señor de los Anillos" de Peter Jackson o "American Beautty" de Sam Mendes.

Hay películas cuyos argumentos son tan buenos que merecen la pena que se les hagan remakes una y otra vez, pero hay otras que son tan inolvidables, que sería sacrilegio hacerlas de nuevo - ¿Acaso alguien ha pedido que se repita "Lo que el viento se llevo" y "Casablanca"? - Tal es el caso de la novela "Ben Hur", de la que han hecho miniseries, dos versiones cinematográficas y hasta una adaptación de dibujos animados. Me imagino que un buen par de personas me diran ¿Y eso qué tiene de malo si le han hecho varias adaptaciones y hay quienes dicen que la usan de lectura obligatoria en seminarios religiosos? Mi respuesta es sencilla: nunca llegaron a ver aquel clásico cinematográfico de 1959, filmado y producido por la Metro Golden Mayer y que conto con el mejor elenco actoral de su época, tanto estadounidense como extranjero.

El actor Stephen Boyd, encarnando magistralmente al célebre y falto de escrúpulos general Messala, antagonista y ex amigo de Ben Hur    

El ambiente que rodeo a la película no hace más que agrandar la epopeya: La Metro Golden Mayer estaba al borde de la bancarrota y tenía cifradas todas sus esperanzas en esta producción, que costo veinte millones de dólares - eso se podría traducir hoy en día en más de doscientos o trescientos millones de dólares, ajustados por inflación - y en la labor actoral de uno de los grandes gigantes del celuloide, el señor Charlton Heston - Mismo que interpreto a Moisés, Miguel Ángel, El Cid, Jesús y cuanto personaje épico te podras imaginar -. Ante los ruegos de la compañía del león rugiente, el señor Heston termino aceptando el papel del personaje principal, no sin antes una agotadora y dura negociación de los salarios, pues a un astro de tal calaña no se le podía negar casi nada.

La película es un espectáculo de cuatro horas de escenas dramáticas, épicas y mucha acción - La relación amor/odio entre Ben Hur y su ex amigo Messala, el sufrimiento que supuso para el primero el arresto de su hermana y madre por un incidente confuso con las tropas romanas, la odisea de un desheradado Ben Hur por recuperarse de su caída en desgracia, una batalla naval y hasta una trepidante carrera de cuádrigas -, en donde el eje argumental es la amistad entre el noble Juda Ben Hur y su amigo Messala, quien llego a ser un general romano de prestigio. Cuando todo parecía nirvana entre los dos grandes amigos, sucede un confuso incidente en donde la hermana menor de Juda lanza por accidente un par de piedras flojas desde una de las torres de su lujosa mansión a un grupo de soldados romanos que iban marchando; es allí donde Ben Hur descubre con horror lo cambiado que está su amigo, que quiere aprovechar la desgracia de los Hur para subir en la estratificada sociedad romana y a la vez apoderarse de su fortuna. Desde entonces, a Ben Hur sólo lo alimenta una idea en medio de sus calamidades: la venganza

Charlton Heston, probablemente uno de los diez actores más célebres de todos los tiempos - ¿Quién no lo ha visto en cada semana santa hasta el aburrimiento, cuando reestrenan una y otra vez "Los diez mandamientos" -, fue la principal figura del drama épico/bíblico y hasta gano un oscar por su interpretación. Tanto su Ben Hur como el Messala de Stephen Boyd son considerados patrimonios históricos cinematográficos de la hemeroteca fílmica estadounidense.  

No cabe duda que quienes se roban el show son Stephen Boyd, con su ambicioso y traicionero Messala y Charlton Heston, cuyos problemas de dicción y alguna que otra faceta de inexpresividad no lograron opacar el brillo que dio a un audaz Ben Hur - Probablemente no fue la mejor interpretación de Heston, pero al público no le importo; de hecho todavía recuerdo las escenas en que aparecía en la peli, que vi en mi infancia y si hay algo que debo decir en su defensa, es su sentido del honor y valor a toda prueba, incluso en las más nefastas circunstancias, como casi todos los personajes de Heston; si siguen en desacuerdo, mejor imagínense a Arnold Szchwarzennegger realizando ese mismo papel -. El resto del elenco, casi todo internacional, si bien no logran la excelencia de ambos personajes ni cuando están por separado, están a la altura del drama y es a traves de ellos con quienes ambos antagonistas interactuan y logran presentarle a l@s expectadores una historia más que inolvidable.

Si hay algo que se le puede reprochar un poco a la película, es que baja poco a poco en intensidad tras la muerte de Messala en la carrera de cuádrigas y el inicio de la frenética carrera de Ben Hur por salvar a su madre y hermana, quienes terminan contagiándose de lepra en la cárcel. Todo ese bajón es más que obvio, tomado en cuenta que el trasfondo de Ben Hur es contar a traves de las visicitudes de este personaje la época del dominio romano en Palestina y el breve ministerio de Jesús de Nazareth, personaje que a lo largo de la película y hasta en el libro aparece en momentos cruciales de la vida de este noble judío, aunque sin mostrar nunca su rostro. Una época de transición y grandes cambios que dejara huellas en el mundo occidental para siempre

Ben Hur termina siendo testigo de los últimos momentos de vida de Jesús y para compensar las críticas de que se trata de una película de venganza de los judíos hacia los romanos y de que no es más que una soap opera más de acción y aventura, sin obviar las casi clorofórmicas escenas finales - que más parecen unas líneas sacadas de los evangelios que escritas por un guionista profesional - las termina coronando en oro el propio Charlton Heston en su parlamento final, justo cuando ya vivía una cómoda existencia en su hogar junto a su amada - Es en esta escena en la que Heston saca, al fin, su lado dramático, que se le extrañó un poco en casi media película -: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen". Esta frase, sacada de la boca del propio Jesús de Nazareth, termina siendo el testamento final de la megaproducción y es, de algun modo, una autocrítica que se hace el mismo Ben Hur por su actuar a lo largo de la historia. Ben Hur termina comprendiendo que es el amor, no la venganza, lo que a final debe prevalecer en el mundo y en su vida.

Ahora ¿Qué nos espera este 2016? una nueva megaproducción, con el mismo director que filmo "Abraham Lincoln, cazador de vampiros" - no está mal la peliculita, pero no creo que sea este señor quien deba tener las riendas de susodicho remake, ojala me equivoque - y un elenco de desconocid@s en donde sólo sobresale la figura de Morgan Freeman.



Esto no me parece más que una burda forma de sobreexplotar el prestigio ya conseguido por "Ben Hur" en 1959 so pretexto de lograr más millones, entrener a un buen par de "millenials" que ya disfrutaron de la sobrevalorada y mediocre última entrega de "Star Wars" y una muestra más de la falta de originalidad de los guionistas de Hollywood - ya sacaron una segunda parte de ese bodrio de "Día de la independencia" que, gracias a Dios, no gusto a casi nadie -. ¿Qué más sigue? Sin duda muy pronto veras a Disney haciendo un remake de la primera Star Wars, con el pretexto de cambiar toda la historia y hacer que Darth Vader reviva, su más grande obsesión. Que Dios nos ampare y pobre Charlton Heston, quien se debe estar revolcando en su tumba.

1 comentario:

  1. Thank you, Alberix Zeta, for sharing a pertinent, fascinating commentary. Some movies need to be left alone as originals. Even Disney knows that. Consider "Maleficent" and how it fits in with its classic 'Sleeping Beauty."

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