Esa noche de relámpagos
esporádicos que adornaban el oscuro cielo con destellos góticos, Mijaíl y yo
despedíamos al último grupo de turistas que vinieron a conocer el castillo de
Vlad Dracula, al menos por hoy.
- Vaya Nadia, solo
estamos tú y yo aquí en este lúgubre castillo.
- Querrás decir
patrimonio nacional.
A diferencia de las creencia popular, Vlad Draculea III – estoy harta de explicarle esto a los turistas - , está muy
lejos de ser imaginado en mi país como el aristócrata inglés de las novelas de Bran Stoker. Aquí en Rumania
es considerado un héroe: fue un noble ex súbdito del imperio otomano, pero al
llegar a la adultez se les rebelo y comenzó una sangrienta campaña de
resistencia. Sus métodos, que consistían en tétricos empalamientos y torturas
más allá de la imaginación, infundieron tal miedo en los invasores que dio origen
a una leyenda que perdura hasta hoy; con esto no quiero decir que apruebo todo
lo que hizo, pero en su época eran prácticas bastante comunes entre los reyes
con tal de mantener orden, seguridad y autoridad. Otro apodo suyo era Vlad
Tepes, que quiere decir Vlad el empalador, precisamente por el tipo de muerte
arriba mencionado con el que castigaba a sus rivales.
- Perdón Nadia, sólo
fue una broma.
Aquí estamos nosotros: los dos únicos celadores de este
lugar. Generalmente somos una cuadrilla los que cuidamos esto, pero en esta
ocasión sólo nosotros; el resto del personal estaba de huelga para exigir
aumentos. De todas formas ningún ladrón se atrevería a profanar el antiguo hogar
de su ocupante más famoso.
Aunque no creo en los vampiros, éste lugar me da algunos
escalofríos. Siempre me siento así cuando estoy acompañada del resto del grupo,
pero imagínense ahora: de día, rayos de sol se filtran por sus ventanas; un
juego de luz y sombra que evoca lo sobrenatural y lúgubre. De noche es el reino
de la oscuridad: cualquiera que estuviera a solas aquí puede dar fe que la
falta de luz aumenta el miedo a lo desconocido; hoy son los relámpagos los que parecen
proyectar fantasmas de las sombras.
De pronto, escucho de la boca de Mijail las siguientes
palabras, con un tono tan macabro cual si fuera poseído.
Déjame
helar tu sangre
Con
mis colmillos en tu piel
Para
darme calentura
En
esta noche oscura
¡¡Mijaíl!!, ¿qué te
pasa? – le respondo volviendo mi mirada hacia él.
En tono normal, él respondió.
- ¡¡Ja!!, ¿te gusto,
no?, son parte de las estrofas de una poesía que escribo para un concurso de
terror.
- Son los peores que he
escuchado.
Su expresión paso de su inicial delirio a contraída de
pena. En su defensa dijo:
- Por un momento creí
sentir tu miedo. Ojalá al jurado les guste más que a ti. Por cierto, ¿qué harás
este fin de semana?
- Nada que tenga que
ver con castillos góticos ni aprendices de vampiro.
- ¡¡Bah!!, aguafiestas.
Muy bien, quédate cuidando el sector occidental y yo el oriental, ¿estás de
acuerdo?
- Me da igual.
Al quedar sola, sentí que alguien me miraba. Gire la cabeza
a esa dirección y no vi nadie. Esto lo repetí varias veces.
- Mijail, no me vengas
otra vez con esas.
Sólo escuche un trueno.
- ¿Mijaíl, eres tú?
Saque mi arma y apunte su cañón a todas las direcciones
donde proyectaba mi linterna. Dispararía si me sentía amenazada.
-¡¡Mijail basta, ahora sí me asustas!!
Una mirada siniestra se cernía sobre mí. Luego escuche
unos pasos.
¡¡Salga con las manos en alto o disparo!!, ¿me oyó?, ¡¿quién
está allí?!
Muy buena historia para iniciar Halloween. Se abre la veda. Avisaré a Vlad, siempre quise ser una de sus novias. Aunque es terrorífico por la deformación que comentó el personaje también es increíblemente romántico. Un abrazo
ResponderEliminarDe nada guapa; le avisaré a Vlad que pensaste en él. Hasta pronto.
EliminarDiablos Isabel: ahora por culpa de fanáticos/as como tú tendre que pensar en una saga, idea que no estaba en los planes originales. No sabía que el cuento estuviera así de bueno, pero la idea la voy a pensar; no te puedo confirmar nada concreto hasta tal vez mucho tiempo.
ResponderEliminarDe ese tipo, drácula, se ha escrito, filmado y debatido tanto que otra versión más de la trillada historia me parecería de más. Sin embargo, si recibo más críticas como las tuyas, no tendré más opción que la de crear una historia más larga. De todos modos gracias por disfrutar mi blog; te invito a que lo sigas haciendo. Un saludo.
Me encantó!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Alberix.
Eliminar¡¡Que miedo!!
Me encantó.
Que este año que comienza te colme de bendiciones.
Un gran abrazo y mis mejores deseos.