miércoles, 19 de febrero de 2014

México 70 (4ta parte)


Entre sueños y pasiones
Después tomó la pelota con la que estaban entrenado, se las arreglo para ponerse delante de ellos y luego empezó a tocar la pelota. Le hizo taquito con la pierna izquierda, formando un arco hacia atrás, para tocarla con la planta de su pie derecho, la elevó hasta su pecho, donde la rebotó; por último hizo un último toque de pecho, elevándola una vez más, para atraparla con la frente, en donde quedó más estática que si hubiese sido pegada con krazy glue. Eso dejó a los brasileños sorprendidos, siendo el primero en hablar Pelé.

- Vaya, vaya, tu si jogas bonito. ¿Quieres conocernos?, este es Félix, Carlos Alberto, Everaldo, Clodoaldo, Brito, Piazza, Jairizinho, Gerson, Tostao, Rivelino y por supuesto yo.

El paraguayo sentenció

- Guau, esos nombres suenan como versos de una

Los brasileños se echaron a reír luego del jocoso comentario

- ¿O qué aconteceu aquí? - dijo alguien con aspecto de que era el entrenador

- Y no podía faltar, nuestro director técnico, Mario Lobo Zagalo. 

El legendario técnico de la selección de Brasil se quedó mirando a Jose Giovanni, con una cara bastante larga, pareciendo que algo le incomodara. Buscando hacer que las cosas fueran más pasables para el recién llegado, María Teresa dijo:

- Ejem, señor Zagalo - dijo con voz temblorosa- él es mi nuevo ayudante, se llama José Giovanni Solano Lopez, estará temporalmente hasta que termine el mundial. 

- Sí no es un estorbo, entonces se queda, de todos modos necesitabas un ayudante. Y ustedes, ¡¡qué esperan!!!, la federación no les paga para vaguear, ¡¡a entrenar!!!

Terminó formando parte del equipo de limpieza de María Teresa, a la vez que ocasionalmente era sparring de la selecao, lo que no molestaba para nada a Zagalo, porque el muchacho no cobraba extra por esto. José Giovanni sentía que la mejor recompensa era estar allí viviendo en carne propia la cercanía del  Brasil de Pelé, estar en aquel mundial al que nada más podía ver en documentales, de poder conocer a María Teresa, aunque sabía que en el futuro ella sería mucho más vieja que él. 

Entrenar con Brasil era divertido, lo complicado era jugar contra a nivel individual con cada jugador de Brasil, pues todos eran unos magos de la pelota. Cuando le tocaba el turno de jugar con Pelé, su uniforme terminaba con el aspecto de haber sobrevivido a un pantano, algo que no lo desanimaba. Siempre quiso hacer esto en persona, no en una máquina de realidad virtual de su época, pero lo mejor de todo era que María Teresa lo miraba aunque jugara mal.

Un buen día, ambos fueron a un restaurante a comer tacos.

- Híjole, ¿así que tu país peleó una guerra con otros tres?

- Sí, la triple alianza acabo con casi toda la población - dijo él

-  Oh, yo que pensaba que los gringos nos habían sacado la madre 

- Al menos a ustedes los invadió uno sólo.

- ¿Entonces cómo es que te llevas bien con Pelé y comparsa?

- Es que más que ellos, lo que me gusta es el fútbol, es mi pasión, mi todo. Vos no sabeis lo ingueroviable que me siento cuando escucho el grito de gol.

- ¿Ingueroviable?

- Increíble en paraguayo

- Ja, ja, ja, lástima que mi novio no era tan gracioso como tú.

- ¿Lo decís en serio? - preguntó sonrojado

- Sí

- Oh vaya, me halagas. 

- Y tú a mí, a propósito, ¿donde es que aprendista a jugar?

- Yo casi me meto en la selección de mi país.

- ¿Qué te pasó?

- En el día de mi prueba, me lesioné justo cuando metí gol. Luego dijeron que nunca podría jugar más.

- Qué triste

- Pero yo soy como mi ídolo, Francisco Solano Lopez, que murió en la guerra triple. Cuando yo vuelva a ser bueno, dejaré de estudiar ingeniería industrial pa meterme a futbolero, a acompañar a Roque Santa Cruz y Jose Luis Chilavert.

Roque Santa Cruz y Jose Luis Chilavert son jugadores de fútbol paraguayos, de la época de Jose Giovanni.

- ¿Quienes son ellos?

- Bueno, esto.., amigos míos que juegan en la selección.

En la noche fueron a bailar una música que a él le parecía bien caduca.

- Ja, ja, bailas muy extraño

- ¿En serio?, yo fui campeón de baile en mi país

Es que José Giovanni bailaba tecno.

-Campeón de baile, pero del planeta Marte, ven yo te enseño cómo se hace.

Aunque la música de los setenta le seguía pareciendo muy lenta para él, le daba igual cada vez que miraba los lindos ojos de María Teresa.

- Ya me siento tan extraterrestre contigo.

- Je, je, eres tan lindo.

2 comentarios:

  1. Hola Zeta Alberix. Me encanta la música y blog. Gracias por compartir Entre sueños y pasiones

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    1. Espero que hayas leído el resto, porque ya se acerca el capítulo final, oh bella Cindy. Hasta pronto y gracias por visitar mi blog.

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