Hola mis querid@s lectores, he aquí que nuevamente les traigo otra entrada didáctica, de esas a la que últimamente se están acostumbrando. Esta vez se trata de mitos infantiles, de esos que nuestr@s padres y abuel@s nos tenían acostumbrados por razones diversas pero siempre con un denominador común: que nos comportaramos como niñ@s buenas; al margen de que fueran efectivos o no, casi la mayoría nos los aprendimos de memoria y tal vez ahora de grandes los echamos un poco de menos. Aquí les va.
1. El cuco: en todos los países del mundo, para evitar que el niño o la niña se portaran mal les cantamos este último estribillo: "el cuco te comera". En el mundo occidental no tiene una forma específica, pero siempre lo imaginamos como una criatura de aspecto monstruoso y sin escrúpulos. Sin embargo, en lugares como el medio oriente, las madres asustan a sus hij@s con la figura de, aunque no me crean, Ricardo Corazón de León; lo que pasa es que este héroe de gestas medievales en nuestro hemisferio, allá lo consideran un personaje cruel y despiadado que causo muchos estragos a las gentes de esa región durante las cruzadas.
2. El hada de los dientes: Una vieja leyenda urbana occidental que consiste, supuestamente, en que si dejabas tu diente de leche debajo de una almohada, al día siguiente encontrarías una bolsa de regalo en lugar del órgano perdido, traído por susodicha hada. Probablemente este personaje fue inventado con el fin de que l@s niñ@s no se traumatizaran tanto al darse cuenta que perdían uno de sus dientes básicos; así se lograba que el o la infanta se comportaran bien durante la natural transición de diente de leche a permanente, evitando un arrebatamiento forzado.
En realidad, eran los padres y madres quienes se las arreglaban para cambiar el diente y poner el regalo en su lugar.
3. Santa Claus: Personaje mítico y polémico, originalmente un santo cristiano llamado San Nicolás, obispo de Myra. Su transformación en susodicho personaje, mezcla de la devoción que le tenían las gentes de la edad media y del largo proceso de paganización producto del contacto con las culturas nórdicas, duro muchos siglos; al final, fueron los escritores estadounidenses los que le pusieron la cereza al pastel, nombrandolo Santa Claus, una anglonización del nombre Santa Klaas, que en idioma holandes significa San Nicolás.
Se supone que, en la media noche, Santa aparece mágicamente dentro de cada casa y deja los regalos debajo del árbol de navidad para luego escaparse en su trineo de renos voladores. El personaje ha sido protagonista de muchas obras de literatura y hasta ha incursionado en el cine y el marketing.
Como dato curioso, en Italia quien trae regalos no es él sino la Befana, una supuesta bruja buena. La Befana es parte de la mitología itálica antigua, que fue sacada del olvido durante el proceso de romanización que se dio durante el gobierno del dictador italiano Benito Mussolini. Desde entonces, la Befana vuela a cada casa, montada en su escoba, dejando regalos en cada navidad, siendo tambien una competencia supuestamente desleal al niño dios.
4. El príncipe azul: Es la mezcla de varios personajes similares que aparecen en famosos cuentos medievales. Es el marido que todas las mujeres sueñan de niñas, imaginándolo de diversas formas y tamaños; tambien depende de la cultura donde nacen.
En la vida real, sobre todo gracias a los escándalos constantes de la monarquía británica, este personaje ha quedado relegado a los mitos infantiles de los cuentos para dormir.
5. El duende: Un personaje tétrico que supuestamente se dedicaba a molestar niñ@s o secuestrarlos; el mito es de origen irlandes.
Tiene la misma finalidad del cuco, mantener tranquilos a los infantes en esa etapa crucial para ell@s y compleja para sus progenitores.
2. El hada de los dientes: Una vieja leyenda urbana occidental que consiste, supuestamente, en que si dejabas tu diente de leche debajo de una almohada, al día siguiente encontrarías una bolsa de regalo en lugar del órgano perdido, traído por susodicha hada. Probablemente este personaje fue inventado con el fin de que l@s niñ@s no se traumatizaran tanto al darse cuenta que perdían uno de sus dientes básicos; así se lograba que el o la infanta se comportaran bien durante la natural transición de diente de leche a permanente, evitando un arrebatamiento forzado.
En realidad, eran los padres y madres quienes se las arreglaban para cambiar el diente y poner el regalo en su lugar.
3. Santa Claus: Personaje mítico y polémico, originalmente un santo cristiano llamado San Nicolás, obispo de Myra. Su transformación en susodicho personaje, mezcla de la devoción que le tenían las gentes de la edad media y del largo proceso de paganización producto del contacto con las culturas nórdicas, duro muchos siglos; al final, fueron los escritores estadounidenses los que le pusieron la cereza al pastel, nombrandolo Santa Claus, una anglonización del nombre Santa Klaas, que en idioma holandes significa San Nicolás.
Se supone que, en la media noche, Santa aparece mágicamente dentro de cada casa y deja los regalos debajo del árbol de navidad para luego escaparse en su trineo de renos voladores. El personaje ha sido protagonista de muchas obras de literatura y hasta ha incursionado en el cine y el marketing.
Como dato curioso, en Italia quien trae regalos no es él sino la Befana, una supuesta bruja buena. La Befana es parte de la mitología itálica antigua, que fue sacada del olvido durante el proceso de romanización que se dio durante el gobierno del dictador italiano Benito Mussolini. Desde entonces, la Befana vuela a cada casa, montada en su escoba, dejando regalos en cada navidad, siendo tambien una competencia supuestamente desleal al niño dios.
4. El príncipe azul: Es la mezcla de varios personajes similares que aparecen en famosos cuentos medievales. Es el marido que todas las mujeres sueñan de niñas, imaginándolo de diversas formas y tamaños; tambien depende de la cultura donde nacen.
En la vida real, sobre todo gracias a los escándalos constantes de la monarquía británica, este personaje ha quedado relegado a los mitos infantiles de los cuentos para dormir.
5. El duende: Un personaje tétrico que supuestamente se dedicaba a molestar niñ@s o secuestrarlos; el mito es de origen irlandes.
Tiene la misma finalidad del cuco, mantener tranquilos a los infantes en esa etapa crucial para ell@s y compleja para sus progenitores.
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