Querido Santa (Ríase un poco)

Desde una cárcel, un reo le escribio a Santa Claus la siguiente nota.

 

Querido Santa, he estado cinco años preso por un crimen que no cometí. Como siempre eres  bueno con los que se portan bien, te pido por favor, en vista de mi buena conducta, que me saques de esta prisión; los días se hacen largos mientras hecho de menos a mi familia y mi antigua forma de vida.

 

Con cariño, Moyer

 

Poco después, Santa le contestó

 

Querido Shawn, digo Moyer ¿Creíste que me podías engañar con una carta en donde falseabas tu letra y tratabas de hacerte pasar por alguien que no eres? Recuerdo muy bien lo sucedido hace cinco años cuando, mientras ascendía de una chimenea, tú y tus secuaces intentaron asaltarme los regalos a mí y a mis duendes. Por suerte para nosotros, pasaba un auto patrulla de la policía, luego pusimos la denuncia y todavía sigues allí.

 

¿Acaso creíste que se puede engañar a Santa con un cuento barato y una falsa identidad, como la que tienes ahora? Entiendo que extrañas a la pobre mujer que tratabas mal y a la que le eras infiel, a todos los vástagos que dejaste con tus otras amantes incluyéndola a ella y esa vida de rey que te dabas cuando eras el que controlaba el tráfico de drogas de tu barrio.

Sin embargo, como es navidad y no se puede ser completamente malo, te daré un regalo: un abaco bien grande, para que te aburras en tu celda mientras cuentas los días y los años que te faltan para salir de donde estás y te cueste trabajo contar las grandes sumas provenientes de tus transacciones mientras estás allí. Ojalá algún día recapacites y te vuelvas un hombre de bien, si es que sobrevives otras navidades más.

Atentamente

Santa Claus.