martes, 27 de octubre de 2015

Por allí no doctor (Ríase un poco)


Un buen día, un médico le estaba haciendo un chequeo rutinario a un particular paciente.

- Señor Steve Austin, debo decirle que está en óptimas condiciones de salud; se ve que los constantes peligros de sus misiones no lo han dañado mucho.

- Gajes del oficio, doctor.

- Bien, ahora sólo falta chequear sus reflejos.

El hombre golpea con su martillo una de las piernas del paciente; de inmediato, el pobre galeno sale despedido hacia adelante, abriendo agujeros en todas las paredes de los consultroiso de sus colegas. En la última de ellas, justo cuando iba a caerse al vacío se agarro, por mero reflejo, a una sus gruesas fisuras.

- ¡¡Auxilio, sáquenme de aquí!!

Ni corto ni perezoso, Steve Austin le gritó desde atrás.

¡¡Oiga doctor, mil disculpas!! ¿¡Recuerda que le había dicho que no probara mis pierna biónicas?!



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