martes, 17 de junio de 2014

¡¡Qué perros!! (Ríase un poco)



Dos hermanos camerunotes, de esos grandotototes que además de jugar fútbol, corren como verdaderas bestias y te llenan de pánico cuando los tienes que marcar, fueron fichados por un club alemán. Paso el tiempo y uno de los dos hermanos fue vendido a un club francés por una gran millonada, pero nunca dejaban de estar en contacto. Cierta noche, los dos tuvieron una amena charla.

- Oye herrmanito, ¿qué tal esta Frrrancia?

- De dejavour monsiur, vuen vino, queso y las chicas tan más lindas

Y su suspicaz hermano le pregunta.

- ¿Y ya  le dijiste eso a tu novia alemana?

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