viernes, 31 de enero de 2014

Súfreme sésamo (Ríase un poco)



Los cuarenta ladrones regresaban de un azaroso pero fructífero día de trabajo con sus alforjas llenas de abundante botín sobre el lomo de sus camellos. Iban a su escondite; cuando llegaron allí el jefe de ellos se dispuso a decir las palabras mágicas.

-¡Ábrete sésamo!

Ante la mirada sorprendida de sus hombres no paso nada

- ¡¡Ábrete sésamo!!

Sólo se escucho la leve brisa del desierto

- ¡¡Dije que te abrieras &¡*<<<<<0'¡¡¡<'0 sésamo!!!

Como no volvió a ocurrir nada, el jefe pateo la puerta gritando ábrete sésamo y sólo gano un intenso dolor en el pie, lo que hizo que saltara sobre uno sólo mientras se agarraba el otro con las dos manos a la vez que gemía de dolor. Uno de sus subordinados dijo lo siguiente.

- ¿Jefe, está seguro de que aquel cerrajero hizo un buen trabajo al reparar la puerta?

A lo que el jefe respondió

- ¡¡Ese maldito ladrón!!

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