martes, 28 de enero de 2014

El baile de la muerte de Joe Lambada (9na parte)




9na parte

(Viene del capítulo 8)

Joe Lambada preguntó lo siguiente a Chico

-Si tienes tanta información para comprometer a dom Acab y a un par de politicuchos, ¿por qué no te acercas a uno de esos periodistas de TV O Globo u otros medios serios?

De manera pausada , el joven con taparrabo respondió lo siguiente.

-Es que estoy siendo constantemente acosado por los agentes de Michaelson, hasta pensé que encontraría refugio haciéndome pasar por misionero entre una tribu perdida del amazonas en el momento que tú me encontraste y estuviste al borde de matarme, ¿recuerdas?. Con un riesgo así incluso las personas a las que me acerco corren peligro, de modo que hacer eso no es tan sencillo.

-¿No has pensado hacerlo a través de tus amigos hackers?

Por un momento vacilo, luego respondió no sin cierto pesar

- Jadea-  Podría intentarlo, pero dos de mis amigos hackers que me ayudaron a recopilar buena parte de esa información terminaron siendo asesinados sin que hasta el momento se sepan los autores de esos crímenes, pero no me cabe la menor duda de quién lo ordeno. Llevaría una gran carga en mi conciencia si les vuelvo a pedir el favor a alguno de ellos.

-Pues yo sí conozco a alguien que te puede ayudar.

Lambada toma su celular y en ese momento comienza a sonar el de Pedro Paulho, que acababa de meter un gol jugando fútbol en una favela. Con su ropa ligera y pies descalzos se acerca al rincón donde se encuentra su mochila.

-¿Aló?

-Pedro Paulho, soy yo Joe

El pequeño negrito apenas pudo contener la expresión de delirio que mostraba su rostro.

¡¡Joe, qué bueno saber de ti, hace rato que no me llamabas!!

-Bueno Pedrito, tuve algunos asuntos que se me salieron de control, ¿cómo va la escuela?

-Bem

Chico Flores hizo un gesto de incredulidad ante lo que escuchaba

-Pedrito, espero no ocupar tu agenda, pero necesito que manipules cierta información que te voy a mandar a tu correo para que la divulgues a todas partes.

-Haré lo que pueda, ¿es mucho lo que me vas a dar?

-Es toda una nube, pero si lo terminas te aseguro que te presentaré una de mis amiguitas para que te acompañe a bailar samba el próximo carnaval.

Los ojos del niño apenas podían contenerse de sus órbitas y un sonoro yupi salio disparado como un trueno del celular de Joe, que hasta Chico Flores termino escuchando la aguda voz del preadolescente.

¡¡Olé, olé, olé, olé, Joei, Joei!!

-Gracias Pedrito, ahora mándame tu correo por wasap para mostrárselo a alguien.

-¿O mis oídos me están mintiendo o de verdad estás involucrando a un niño en esto?

Sin ningún remordimiento y dándose excesiva importancia, Joe comenzó a decir.

-Ese al que tú llamas niño es el chiquillo más inteligente que conozco; es más, a sus doce años está en su último año de educación intermedia y a punto de graduarse con honores.

-Pe, pero.., bueno, ya no me sorprende que hayan tantos niños con armas en las favelas es por culpa de tipos como tú, ¿llegaste a ver La ciudad de dios?

- ¿Te refieres a esa mala película?

Joe Lambada se limitó a mirarlo como un halcón a punto de cazar una presa; no estaba dispuesto a dar más concesiones.

-Esta bien, aceptare tu ayuda pero eso no significa que esté de acuerdo con este método.

Chico Flores envío su nombre de usuario y contraseña de la nube al correo electrónico de Pedro Paulho.

-Ya está, pero eso no significa que todo haya terminado; Acab Michaelson nos perseguirá hasta los confines de la tierra para asegurarse que estemos muertos aunque tenga que desenterrar nuestros cadáveres del cementerio.

-Lo sé, por eso debo matarlo antes que lo haga conmigo

-¡¿Pero tú estás loco?!, Michaelson tiene a todo un ejército

-Si quieres me puedes ayudar

-El joven medito por un momento

-Tal vez tengas razón, ya estoy cansado de huir de ese gringo. Es hora de que pague por todo el daño que le ha causado a la naturaleza.

Ahora era Joe el que se quedo pensando.


-Es avaro, egocéntrico, narcisista, inescrupuloso, pero me pareció oírlo decir que que estaba reforestando Minas Gerais.

Y Chico Flores le respondió de manera tajante

- Jaja, ¿Y tú crees posible reforestar Minas Gerais con árboles de pino?

Joe quedo pasmado con esa respuesta

-Basta de charla, ¿sabes luchar?

-Fui campeón intercolegial de taekuondo de mi estado – dijo con orgullo

Dijo esto mientras Joe meneaba la cabeza. Lo último que necesitaba era la ayuda de un principiante que apenas sabía luchar.

-¿Sabes usar un arma?

Chico Flores pone una mirada desconcertada y traga saliva.

-¿Se puede saber por qué la pregunta?, es que yo jamás he usado una.

-Eu só nao servem nada (Es que no me sirves de nada)

Fue entonces cuando Lambada le desfiguró su rostro con un leve jab de izquierda, que tenía la suficiente fuerza para dejarlo inconsciente. Acto seguido arrancó el motor de su cuatro por cuatro para salir del pantano.

-Gracias por tu ayuda pedazo de imbécil, ahora te dejare a salvo con unos amigos mientras yo me hago cargo de cobrar mis cuentas pendientes con dom Acab.








































No hay comentarios:

Publicar un comentario