Popeye fue a la tienda de su barrio para comprar más latas de espinaca; con lo que no contaba era que todo había subido de precio. Indignado, el rudo marinero fue a reclamarle al dueño de la tienda.
- ¡¿Desde cuando ha subido tanto el precio la espinaca?!
- Desde que el gobierno subió los impuestos Popeye
- ¡¿Y qué hago ahora?!
- ¿Quieres seguir pegándole a Brutus?, te daré una idea, ¡compra esteroides!!
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