- ¡Páseme el mercurio!
- Listo
¡Pásame la sal!
- Aquí va
¡La salsa china!
Después de varias horas, la máquina descargo su contenido en la forma de un líquido negro pastoso y pegajoso que se desparramo por su cuerpo, el de su ayudante y todo su laboratorio. El hombre apreto sus puños y con una expresión de ira grito al cielo
¿¡Pero qué porquería es esta!!?
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