miércoles, 19 de junio de 2013

¿Primavera árabe o invierno termonuclear?


En aquel pequeño país del norte de África que alguna vez albergo al poderoso imperio cartaginés y que fue cuna de Aníbal, el caudillo militar que casi conquista al imperio romano, vivía un joven vendedor de frutas de nombre Tariq Tayyip Mohamed Bouazizi, mejor conocido en occidente como Mohamed Bouazizi dado a esa extraña costumbre occidental de acortar los nombres nativos, que se ganaba la vida con dicha actividad para dar de comer a sus madres a sus seis hermanos hasta que un día, la policía de su país le confisco su carrito por carecer de permisos para realizar dicha actividad y según otra versión de la historia le dieron una paliza. Ese mismo día fue a reclamar ante las autoridades locales pero estos no le hicieron caso, de modo que tomo la decisión de auto inmolarse a modo de protesta. Sin embargo algunos testigos presenciales dicen que fue un mero accidente mientras otro activista anti - gubernamental declaro que la paliza fue un invento para movilizar a las masas; sea como fuere aquella auto inmolación se convirtió en la mecha de un reguero de pólvora que hizo estallar al medio oriente, empezando con el derrocamiento del dictador Zine El Abidine Ben Ali y cuya repercusión más brutal la leemos a diario desde el atolladero sirio.

Analizando todo desde una perspectiva mucho más objetiva hay que decir que el derrocamiento de Ben Ali de Túnez, Hosni Mubarak de Egipto y de Ali Abdullah Saleh en Yemen fueron más bien un mero arreglo político con el gran aliado de esos países, Estados Unidos, que mantiene una estrecha contribución militar y económica con el fin de continuar su lucha contra Al Qaeda; Washington D.C temía que la des estabilización social degenerara en un baño de sangre que mancharía la imagen de Estados Unidos en el mundo más de lo que estaba desde la era Bush.

Y si son escépticos sobre este último planteamiento nada más miren el caso de Muammar Gadaffi, el septuagenario dictador de Libia no se dejo amedrentar con las protestas masivas, por lo que ordenó bombardeos masivos sobre los pacíficos manifestantes y como en Libia no existe una conexión estrecha con las potencias extranjeras y todo giraba en torno a Gadaffi, no había nadie que le diera órdenes. El final de aquella tragedia es harto conocido, con un Gadaffi capturado, apaleado y ejecutado sumariamente por una masa fuera de control (Hay quien dice que su ejecución se ordeno desde Washington) a lo Benito Mussolini. Sobre la intervención aérea de la OTAN para apoyar el avance rebelde algunos expertos opinan que esa decisión se dio a partir del día en que Gadaffi amenazo con usar el Mediterráneo como campo de tiro al blanco para disparar sus municiones a todo tipo de aeronaves, lo cual de ser cierto pondría en tela de duda el supuesto interés humanitario de la intervención además de la excusa del petróleo libo, apetecido por la Unión Europea.

En algunos países como Marruecos, Jordania, Oman, Bahrein e Irán se dieron ciertas repercusiones que no pasaron a mayores tanto por una mayor apertura de estos regímenes totalitarios, como por una brutal represión que tal fue el caso de Bahrein, país en donde todavía hay un descontento reprimido por parte de su discriminada mayoría Chií; en el caso particular de Irán se reanudaron las protestas por un supuesto fraude electoral que ocurrió un año antes, pero no tuvieron éxito como en 1977 con el derrocamiento del Shah de Irán porque como en le caso de Gadaffi no hay nadie que les de órdenes al Ayatollah Jamanei. Incluso en China hubieron ciertas repercusiones, que nunca llegaron a fructificar dado al férreo control de los medios por parte de los comunistas.

La última repercusión de la primavera árabe se está dando actualmente en Siria, donde el régimen de Bashar Al Assad ha contestado con represión armada las protestas contra su gobierno desatando una guerra civil que no ha respetado ni monumentos históricos. De todos los casos estudiados el más complejo es el sirio, en donde gobierna una minoría alauita, hay una importante minoría de cristianos y la mayoría de su población suní son gente de clase media bien occidental izada con grandes intereses comerciales; añádale el hecho de que no hay grandes recursos minerales, que es el único aliado de La República Islámica de Irán, que por su posición estratégica de puerta de entrada al oriente tenga de aliados a Rusia y China, miembros permanentes del consejo de seguridad de la ONU; que alberga grupos anti israel como Hizbula y Hamas, que antes de la guerra Siria estaba negociando compartir recursos de los Altos del Golán con Israel (por eso a Israel tampoco le conviene la inestabilidad siria); que comparte límites con Turquía, único aliado de la OTAN en el medio oriente. El resultado de esta receta de cocina es un sufle que no termina de cuajar, con demasiada harina, poco azúcar y cuya masa tiene la contextura de un bloque de hormigón, ¿qué se puede hacer con semejante postre?, ¿es prudente una zona de exclusión aérea a lo Libia o es mejor no entrar en conflicto con Rusia, China e Irán?

Es cierto también que en nuestro cacareado mundo libre se están dando protestas masivas por el descontento de la gente con sus gobiernos, pero como no quiero desviarme del tema prefiero concluir con el asunto de la primavera árabe con los siguientes puntos.

Conclusiones

1. Es difícil de creer que la democracia llegue en un par de años a esta región del mundo, tomando en cuenta que el cristianismo tiene seiscientos años más de existencia que el islam, es decir, de las grandes religiones es la más nueva. Quienes tenemos ciertos conocimientos del tema sabemos que antes de que Mahoma instaurara su religión el mundo árabe consistía de tribus muy dispersas que guerreaban entre sí, que no se consideraban una unidad política y que adoraban numerosos dioses, algo muy diferente a lo que paso en el imperio romano que pese a tener numerosas deidades en su panteón todo se centralizaba en la figura del emperador; de modo que a los musulmanes les tomara algunos siglos entender ciertos conceptos de estado de derecho que se originaron con el enciclopedismo francés del siglo dieciocho.

2. Las grandes revoluciones como la francesa o la inglesa tuvieron éxito debido a que fueron apoyadas en su momento por grupos poderosos y hasta por el propio ejército, lo que evito que hubiera un mayor derramamiento de sangre del que era  necesario.

3. Cada revolución no está exenta de horrores, ocurrió con la revolución francesa que originó a un megalómano como Napoleón Bonaparte y a las guerras napoleónicas que causaron grandes estragos entre los pueblos de Europa o la revolución bolchevique, con su saldo de dos millones de muertos y la violación de la propiedad privada e individual.

4. El mundo occidental que conocemos tuvo que padecer una revolución francesa y dos guerras mundiales para que sólo hasta ahora nos pongamos a debatir con nuestros políticos en qué consiste el estado de derecho.

5. Que la primavera árabe originara regímenes totalitarios chiítas o sunitas en sus respectivos países que patrocinen atentados contra blancos occidentales es casi una falacia, ya que apenas estos grupos suban al poder tendrán que hacer frente a un creciente descontento social producto de la inestabilidad política además de heredar una inmensa deuda externa producto de los excesos del régimen anterior, siendo un caso patético el Egipto de Mohamed Morsi.

6. Hacer una comparación de estas pacíficas revoluciones con la exitosa revolución hindú de Gandi es contraproducente, ya que sin de meritar a aquella figura histórica éste le tocó vivir en un periodo en que el imperio británico estaba en decadencia, su maquinaria bélica enfrascada en dos guerras mundiales y además está el hecho de que los indios tenían una diferencia numérica de cuatro mil a uno sobre los bien armados soldados británicos.

7. Que los taliban se aprovechen del caos causado por la primavera árabe es posible, pero a la larga su influencia no pasara de Afganistán y Pakistán, ya que la mayor población joven del resto del mundo musulmán crecieron viendo las películas de Hollywood, cantando las canciones de Britney Spears o tomando Coca Cola.

8. Tal vez la República Islámica de Irán se aproveche del descontento popular hacia los regímenes totalitarios patrocinados por Washington para promoverse como paladín del mundo musulmán impulsando sus aspiraciones de gran potencia, pero el panorama aún es mucho más complejo ya que el ala islamita de irán es chiíta y la mayoría de los musulmanes son sunitas, encima muchos de esos países han firmado convenios comerciales con los países occidentales, de forma tal que no les convienen sanciones económicas por apoyar al régimen de los ayatollas.

9. No estoy diciendo que hacer sentir tu descontento con los demás sea una idea contraproducente o mala, pero no es lo mismo protestar por un fraude electoral en Estados Unidos que en Irán. Dependiendo el país en que vivas actúa de acuerdo el grado de libertad  que te permita tu gobierno; en el caso de una democracia occidental hazlo de forma sutil, creativa, pacífica y sobre todo evita siempre la confrontación física pues lo podrías lamentar de por vida. Si vives en un país como Siria e Irán, haz que tu motivo de protesta sea el alto costo de la vida o el desempleo, entre otras cosas, pero jamás de los jamases le pidas la renuncia al tirano de turno, sino te pasara como las doscientas personas que murieron por un bombardeo el día en que a Gadaffi le pidieron su renuncia; tampoco puedes esperar que las protestas pacíficas surtan efecto de inmediato, lo más probable que pueda ocurrir en una campaña de protestas masivas contra un gobierno autoritario sería una guerra civil si no se da una intervención militar al estilo libio, es lo que tú ves en Colombia por ejemplo. El poder popular es un innegable factor de cambio siempre que se tenga la sabiduría de cómo usarlo y para qué

10. El mundo occidental paso dos mil años tratando de entender la diferencia entre estado de derecho y religión y todavía no hemos terminado de solucionar nuestras diferencias económicas y culturales, ¿cuánto le tomara al más nuevo mundo musulmán?

Sin duda más de uno podrá estar a favor o en contra de lo que postulo, pero no cabe la menor duda de que el resultado de todo esto no se verá sino siglos después y quien sabe, tal vez no ocurra nada que no haya ocurrido anteriormente en la historia.


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