sábado, 14 de noviembre de 2015

Relámpago el caballo, 9na parte












 En busca de Ceferino

 





            Kahena era un nombre muy extraño para una mapuche; su padre le había puesto aquel en honor de una reina bereber con fama de mística que murió resistiendo la invasión de su país por parte de un ejército musulmán. Se había despertado de su cama sobresaltada, luego de tener un sueño que le recordó aquella vez que junto con su hermano habían ganado el concurso Luciano Pavarotti de recitales. Abrió las puertas de madera que cerraban su ventana desde donde se contemplaban los establos de los caballos y más allá se podían apreciar de manera borrosa los picos de las cadenas montañosas más noroeste por la cordillera de los Andes, los valles y los coloridos paisajes de la campiña patagónica bañados por los primeros rayos de sol. Esa visión permitió por un momento despreocuparse de sus inquietudes cuando de repente apareció la cabeza su yegua color chocolate oscuro por el espacio abierto de su ventana a salpicarle con su lengua.

 

 

-Je, je,  Mariposa gracias pero me estás haciendo cosquillas (la yegua responde con un relincho suave), te veré luego que tengo que ir a la escuela.

 

 

            Procedió a bañarse en el baño comunitario, que tenía varias duchas e inodoros muy limpios. Y es que el área en donde se encontraba el rancho de su familia estaba dentro de la frontera entre la Patagonia norte y sur, de modo que todavía era un área habitable en donde se podía cubrir las necesidades básicas. También era un hostal de campo para turistas administrado por la tribu Tahiel de origen mapuche. El agua potable provenía en parte del Río Negro, que era el límite natural entre las provincias del norte y la Patagonia, los numerosos pozos subterráneos de donde se sacaba el agua por medio de rudimentarios grifos y un gran tan que almacenaba la que caía de la lluvia.

 

 

            Tras haberse arreglado y puesto el uniforme de la escuela del doctor Mengele se dirigió al lugar más amplio del rancho; una sección que de gallinero con el tiempo pasó a ser un comedor con amplias mesas rectangulares abarrotadas de sillas para comodidad tanto de huéspedes como de gente de la tribu. En la mesa central al fondo, delante de un gran cuadro antiguo que muestra una batalla entre mapuches y soldados argentinos del siglo diecinueve, se sentaba el gran patriarca, el toqui Pelantaro Tahiel, un hombre alto para cualquier raza y con cicatrices de guerra visibles hasta en la cara. La niña salió corriendo hacia él para envolverlo en un fortísimo y tierno abrazo que llamo la atención de los presentes, huéspedes incluidos.

 

 

- ¡¡¡¡Papi!!! – Gritó bañándolo de besos-, veo que ordenaste cambiar el viejo cuadro de lugar. 

 

 

 

-Hija mía, esto lo hago para honrar nuestro, de ese modo en este concurrido lugar todos los miembros de la tribu rememoraran la batalla que nos permitió establecernos aquí, al lado de ese pequeño río helado que nos provee de agua y irriga nuestras fértiles tierras.

 

 

 

            La batalla sucedió a finales del siglo diecinueve, cuando las nacientes república argentinas y chilenas querían resolver de una vez por todas el problema mapuche; aquellas indómitas tribus que ni el otrora todopoderoso imperio español logró sojuzgar. Fue una campaña en donde se utilizaron  armas modernas, estrategias y sobre todo el contrabando de licor para poder debilitar la voluntad de estos guerreros.

 

 

            Una de las figuras que más sobresalió en el conflicto el toqui Jerónimo Tahiel, tatarabuelo del actual, a quien le tocó defender sus tierras del ataque del hombre blanco. En la batalla decisiva logró burlar la ventaja numérica y tecnológica del adversario utilizando su buen conocimiento del terreno para tender una feroz emboscada, llegando a matar al general Humberto Mata, descendiente directo del prócer de la independencia San Martín. Esto obligó al gobierno argentino a firmar un acuerdo de paz con el toqui. Él fue un vencedor generoso, no quiso independizarse de Argentina; sólo le bastaba que le reconocieran el derecho de su tribu a preservar su tierra y a trabajarla.

 

 

-Jerónimo fue un gran hombre

 

 

-Y el más grande de nuestros toquis, espero lograr emularlo, pero vos no te levantaste temprano para hablar de tu bisabuelo.

 

 

-  Tenes razón, anoche volví a soñar con Ceferino.

 

 

            Su padre se levanto de su silla y la envolvió con un caluroso abrazo

 

 

-  Hija mía, sé que eso te aflige demasiado.

 

 

            Sin embargo parecía que la guerra de dos siglos atrás no había terminado, ya que las manos del toqui parecían algo más gruesas incluso para un hombre de su inmenso tamaño;  tuvieron que coserles fragmentos de piel en sus sangrantes heridas producto de una seria escaramuza que lo enfrentó contra unos gauchos argentinos, por un asunto complicado de tierras de pasto para ganado. Incluso tenía una cicatriz en la cara que cruzaba su rostro diagonalmente desde su ojo izquierdo hasta la comisura del labio derecho que parecía una lengua de fuego. En la tribu Tahiel las personas que ganaban cicatrices en combate eran muy respetadas, es por eso que debido a la forma de la herida en el rostro al señor Pelantaro lo apodaban sus congéneres con el nombre de.

 

 

-Llamarada fulminante, ¿de verdad debemos dejar de buscar?

 

 

            Había tomado el periódico del día que el señor Tahiel tenía al lado del desayuno para mostrarle el titular que decía: “Gobierno da por muerto a joven mapuche ganador del Luciano Pavarotti”, con la foto de Ceferino al fondo. Mientras ella hacía esto, todos los demás miembros de la tribu que estaban en el resto de las mesas voltearon la mirada del desayuno hacia ella y el toqui  debido al sugestivo diálogo entre Kahena y él, en espera de la conclusión de aquel diálogo. En ese momento el toqui enciende la pantalla de plasma que está al fondo con su control remoto, cambia una serie de canales hasta que da con un programa de noticias en donde una voz femenina de periodista habla de Ceferino mientras presentan videos viejos de cuando gano varios concursos.

 

 

-El joven mapuche Ceferino Tahiel, orgullo de los suyos y gloria del país ha sido declarado oficialmente muerto, lo que sumado a las frías temperaturas que experimenta la región patagónica en estos últimos tiempos, dan por terminado las labores de búsqueda. Cabe señalar que este no ha sido el único caso de desapariciones que se ha dado en esa región, pero sí es el primer caso significativo, lo que enciende las alarmas dentro de las más altas esferas de poder al no saber qué hacer… 

 

 

            El toqui apaga el aparato casi al mismo tiempo que se escucha el sonido un convoy de vehículos cuatro por cuatro.

 

 

-Para ellos ha terminado pero para vosotros no, somos mapuches y no conocemos el miedo. Desde hoy comenzaremos la búsqueda, ahora vos tenes que irte con los demás que ya vinieron los transportes de la escuela Germano-mapuche. 

 

 

            Ella y otros mapuches adolescentes en edades que variaban de los seis a los dieciocho años se montaron en una caravana de grandes vehículos cuatro por cuatro grises, con cuatro puertas cada uno, amplio espacio, ventanas semi ahumadas y con la insignia de la escuela de Mengele en la puerta. Ese día la niña tenía que leer una composición escrita por ella para ganar una nota, siendo el tema que escogió su hermano Ceferino. La clase se estaba desarrollando en el dialecto mapuche de los niños/as.

 

 

-Hoy voy a hablarles sobre mi hermano Ceferino, tal vez ustedes lo conozcan, ya que él y yo hemos participado en numerosos concursos representando a Argentina y nuestra nación. Con él yo aprendí muchas cosas como atrapar novillos con el lazo, a disparar una flecha al blanco, a imitar el sonido de pájaros e insectos, incluso juntos nos leímos un manual de robótica básica y desde entonces hemos creado uno que otro robot. Pero fue un día como hoy hace ya tres semanas, mientras estábamos cuidando el ganado -mientras leía esto sollozaba y le salían lágrimas de sus ojos-, me dijo que lo esperara mientras hacía regresar unos hatos que se iban en desbandada y entonces……

 

 

            Rompió en llanto, cayendo de rodillas en el piso y enjugando con sus lágrimas su cuaderno. La  maestra se agacho para consolarla.

 

 

-No llores niña, sé  que es un recuerdo triste y es preferible que abandones la clase momentáneamente hasta que te sientas cómoda para regresar

 

 

-Snifff, gracia…graciaasss maestra, snifff, sniff

 

 

            Luego de finalizadas las horas de clase la maestra se va a un rincón oscuro entre los camerinos, extiende su brazo izquierdo que tiene una llamativa pulsera, de la que sale proyectada la imagen en tamaño normal de Sigfried Mengele. Ambos hablan en alemán.

 

 

-Señor Mengele, disculpe que lo moleste pero tengo una información que le puede interesar.

 

 

-  Dime cariño

 

 

-Se me ocurrió que para poder atrapar a su monstruo podríamos usar a la hermana del muchacho llamado Ceferino.

 

 

-Ceferino, hummm…, ya lo recuerdo….

 

 

            En ese mismo instante la mente de Sigfried se remonta a un mes atrás cuando el híbrido caballo/niño escapó de su república de Nueva Thule. Lo narrado ocurrió justo después de que Ceferino escapo de Nueva Thule. 

 

 

-Es increíble señor, ¡¡¡¡se ha escapado!!!

 

 

-Por increíble que parezca señor Hindenburg, eso cabía en las posibilidades.

 

 

-Pero pudimos evitar la destrucción de Nueva Thule con éxito señor!!!

 

 

-Ejem.., tengo que discrepar con usted mi querido Hank, pero ese éxito se debió simplemente porque fuimos al límite de nuestras posibilidades!!! No hay garantía de que podamos protegernos de cualquier ataque esporádico que realice en un futuro esa bestia. Apenas pudimos prevenir ese de tipo masivo y  no significa que no logremos un éxito así sin utilizar un alto porcentaje de nuestras fuentes de energía o arriesgar la vida de un buen número de nuestras fuerzas.

 

 

-Pe…, pero

 

-Informe de daños, ahora!!

 

 

-Hemos sufrido daños en un quince por ciento tanto en infraestructura como en personal, aún así Nueva Thule puede funcionar en su mayor parte en normalidad.

 

 

-Comandantes de tierra, mar y aire, necesito sus recuentos de bajas.

 

 

            Estaban frente a él los hologramas tridimensionales de los tres convocados. La primera en hablar fue Marina Di Mare, la comandante de fuerzas anfibias.

 

 

-La batalla se realizo en su mayoría en la superficie y en el aire, de modo que nuestras fuerzas no vieron mucha acción; apenas fueron unas cuatro hidronaves destruidas con sus respectivos pilotos y copilotos además de una experimental…

 

 

- Lo único diferente en tu caso es que todo fue menos grave, sin embargo si las fuerzas anfibias hubieran participado más en la batalla otro hubiera sido el resultado. Sólo te disculpo porque es la primera vez que utilizamos el cinturón de defensa de modo que no hubo mejor coordinación. Encárgate de las condolencias a los caídos.

 

 

- Sus órdenes serán cumplidas.

 

 

- ¿Señor Hindenburg?

 

 

-Hemos perdido como treinta baterías antiaéreas, doscientos vehículos terrestres, treinta cañones pesados y mil tropas de infantería. 

 

 

            Sigfried pregunto de forma calmada, en un tono que cortaba el aire.

 

 

-¿Cómo es que esto fue posible? 

 

 

-¡¡Fue un ataque tipo blizkrieg, pero a la velocidad de la luz!!!

 

 

- ¡¡Pues vas a reparar eso ya!!

 

 

- Nos tomara meses volver al nivel de fuerza que teníamos antes del ataque...

 

 

-Te daré tres y te sugiero para comenzar más rápido que des inicio a una campaña masiva de reclutamiento, esa bestia es un asunto de seguridad muy serio.

 

 

- Una orden es una orden señor.

 

 

            El último que faltaba en hablar era el holograma de Aku Tanaka, que parecía una estatua mientras sus compañeros de la línea de mando lo miraban con atención. Evidentemente estaba lleno de pánico y sabía que no era necesario que le recordaran lo que tenía que hacer.

 

 

- Ejem, ejem..., lamento decir que la fuerza aérea resultó ser la más castigada durante el ataque debido a que les tocó la mayor carga de la batalla, ya que casi toda de la acción se realizo en el aire. Perdimos un total de cien aeronaves junto con sus doscientos pilotos, además de tres mil tropas aerotransportadas que iban en naves de transporte masivo que iban a las debilitadas posiciones de islas Goehring….

            Sigfried frunce el entrecejo e interrumpe.

-Eso por sí sólo es un verdadero desastre, pero hay algo que has pasado por alto, habla ya.

 

 

-Perdimos a dos de nuestros mejores pilotos, uno era Johann Schaubb…

 

 

-Esa joven promesa, que triste, ¿y quién era el otro?

 

 

            Tanaka pareció vacilar por un momento, pero ante la mirada inquisitiva de Mengele tuvo que decir…

 

 

-Es Ludmilla Meister

 

 

-¿Ludmila qué?

 

 

-  Meee, Meme, digo Meister.

 

 

-¿Es la misma Ludmila Meister que fue la mejor de la academia y que pasó sin ser detectada tres veces por el área cincuenta y uno?

 - Me temo que sí.

            Al oír esto, Mengele cerró sus puños en señal de ira y se los llevo a su contraído rostro. Cuando todos estaban esperando un verdadero estallido de ira, de repente él se relajo y luego bajo lentamente los antebrazos y levantó su juvenil rostro al aire para decir.

 

 

-Dejaste que muriera nuestra mejor piloto.

 

 

-Jer Mengele, no es mi culpa que ella quisiera combatir en primera línea, además murió salvando a tres compañeros.

 

 

-¿Qué no recuerdas cuál es la primera regla del manual de fuerzas élite?

 

 

-Sí, evitar en lo posible comprometerlas en combate abierto a menos que sea estrictamente necesario.

 

 

-En lo concerniente a ti no me has demostrado aún lo mejor tuyo como comandante de la fuerza aérea como sí lo hiciste cuando fuiste el as de la academia; Aku, el castigo que mereces es tan severo que es mejor que te lo guarde para una próxima vez.

 

 

Tanaka da un bufido de alivio mal disimulado.

 

 

- Si se repite dejaré mi cargo a disposición 

 

 

-¡¡No!!, eso serrría demasiado bueno para ti

 

 

            Hubo un silencio sepulcral en todo el laboratorio e incluso entre los otros miembros del alto mando proyectados en hologramas

 

 

-Bien es horrra de desactivar el cinturón de defensa, pueden retirarse 

 

 

            En ese momento Mengele pensó en voz silenciosa…

 

 

-Inepto, te castigaré cuando tu reemplazo regrese de su misión a varios años luz de aquí y sólo entonces lo único que desearas es estar muerto….

 

 

            Aparece el holograma de Hagen.

 

 

- Señorrrr, acabamos de fabricar el primer prototipo de la armadura electromagnética.

 

 

-Bien, muy bien, muéstrame las imágenes

 

 

            Aparecen las imágenes de una armadura cibernética de gran tamaño que parecía un robot pero sin rostro. Todo era impresionante.

 

 

-Hummm, me impresionas, ¿pero qué tan efectiva es?

 

 

-Su efectividad aún ronda al ochenta por ciento; todavía se debilita un poco con descargas de doce mil voltios y apenas estamos introduciéndole los códigos de armas. Necesitaremos más tiempo.

 

 

-Pues tienes sólo cinco días más, no podemos darle ventaja a esa bestia -de repente se lleva su dedo índice al mentón y luego dice-, una cosa más: necesito que recolectes el ADN de de Ludmila Meister que está regado en el área de la batalla.

 

 

-¿Ludmila Meister murió? -pregunta Hagen con expresión de sorpresa, pero luego la cambia por una más seria al ver la expresión inquisidora de Mengele-, discúlpeme señor, esto, quise decir que va a ser una labor muy ardua, ¿por qué necesita su ADN?

 

 

-¿Puedes clonar a Ludmila?

 

 

-Con el debido respeto pero debo discrepar seriamente con usted: la última vez que clonamos a alguien ese ser ya era un anciano a los setenta años, tardaríamos un siglo en perfeccionar el proceso. Hágame lo que quiera señor presidente, pero no puedo tomarme ese riesgo.

 

 

-Tu duda es razonable por eso no te cuestionaré, ¿qué te parece si intentas introducir el ADN de Ludmila en el de nuestros pilotos?

 

 

-Eso jamás se ha intentado.

 

 

-Siempre hay una primera vez ¿O lo vas a hacer o quieres que nos vuelva a suceder esto?

 

 

            Sigfried proyecta en el laboratorio de Hagen las imágenes holográficas de los daños causados por el híbrido humano/caballo.

 

 

-Daré la orden de proceder ¡¡¡Salve Mengele y Nueva Thule!!!  

 

 

            Luego de desaparecido el holograma de Hagen, uno de los tantos jóvenes científicos que asisten al presidente en su laboratorio se le acerca y le dice.

 

 

-Es obvio que a usted le preocupa ese engendro, ¿no cree que sería mejor organizar una fuerza élite de reconocimiento para capturarlo?

 

 

            En tono enérgico y decidido, él responde

 

 

Tienes razón, lo voy a…

 

 

            Pero no termina lo que iba a decir; en lugar de eso contrae el rostro cerrando los ojos, se lleva la mano a la cabeza hasta cubrir el rostro. Sin embargo lo único que podían ver sus subalternos era a un Mengele parado como coloso inconmovible, los ojos cerrados, cabeza levente alzada y las manos agarradas contra su espalda, mientras el verdadero realiza los gestos antes mencionados. Luego menea la cabeza, baja la mano y en expresión más relajada comienza a hablar; en cambio sus subalternos lo único que ven es a su presidente en la misma posición que lo vieron, la cabeza levemente alzada abriendo los ojos y pronunciando palabras. Esto es lo que dijo.

 

 

-Eso no será necesario, su obsesión lo regresará hacia nosotros - de su anillo sale la imagen tridimensional de la bestia y con una gran sonrisa de delirio prosigue -  ¿Es un digno espécimen no te parece?, imagínate lo que aprenderíamos de él.

 

 

            En ese instante, Sigfried abre los ojos y deja de recordar. Está nuevamente en sus aposentos privados realizando una conversación holográfica con la maestra de Kahena.

 

 

-Señor ¿Le sucede algo?

 

 

-Nada, en lo absoluto, sólo pensaba en las salchichas frankfurters que debe haber preparado mi esposa. No me parece muy ético lo que me sugeriste, ¿para qué querríamos secuestrar a una pobre e inocente niña?, jujujujajajaja

 

 

-Señor, ¿cuál de todas sus esposas?

 

 

            Al escucharla Mengele se indigna.

 

 

- La más joven.

 

 

- Su excelencia, disculpe mi atrevida pregunta

 

 

-  Te disculpo, volviendo al tema ¿Estábamos hablando de aquella niña?

 

 

- Voy a presentársela a continuación.

 

 

            Mengele presencia la imagen de Kahena en el momento en que estaba en la clase dando una charla sobre su hermano Ceferino.

 

 

-Kahena es la segunda mejor estudiante del colegio, pero en ese discurso estaba muy inspirada. No, no vamos a usarla de cebo, en lo concerniente a ti ocúpate de ella y de su sufrimiento, ella necesita todo el cariño posible.

 

 

 Desde luego mi señor, de todas formas lo mantendré informado ¡¡¡Salve Mengele!!!! 

 

 

            Tras el fin de la transmisión, él pensó en voz alta.

 

 

 Claro que me mantendrás informado, eres una muy buena maestra Silvia ¿Pero cómo no pude haber pensado en la niña?, ella también es un buen espécimen. 

 

 

            Mientras tanto, en la Patagonia, los guerreros del toqui Pelantaro Tahiel continuaban su búsqueda de Ceferino por toda esa tierra afrontando todo tipo de peligros, sin bajar el ánimo indómito que tenían y siguieron así aún cuando el gobierno argentino lo declaró muerto. Sin embargo parecía que se lo había tragado la tierra porque no lo encontraban, por más que lo buscasen, pero continuaban buscando y buscando; incluso cuando varios de sus guerreros también desaparecieron misteriosamente. El asunto se complicó cuando fueron sesenta de ellos.

 

 

            Cierto día al atardecer, llegaron todos los jinetes de la tribu y los que iban un poco más cómodos en alguno que otro vehículo todo terreno a presentarse a la entrada del feudo Tahiel, donde los esperaba el gran toqui. Una joven que parecía de alto rango entre ellos se dirigió hacia donde él estaba arrodillándose en el acto.

 

 

-Levántate, veo que están muy desanimados.

 

 

-Oh gran toqui, hemos perdido diez más de nuestros mejores guerreros en esta búsqueda. Vos perdóneme, pero no creemos que valga la pena perder más de nosotros por un hermano muerto, aunque Ceferino valía por mil lunas.

 

 

            Con lágrimas en los ojos, el gran toqui alzo sus brazos al cielo agarrando la lanza en esa misma dirección y dijo 

 

 

-Tus ruegos fueron escuchados oh valiente guerrera ¡¡¡¡Tengo la triste noticia de anunciar que suspendo la búsqueda de mi hijo Ceferino!!!!

 

 

            Al mismo tiempo golpeo el extremo sin punta de la lanza contra el suelo y Kahena, que estaba al lado suyo, lo abrazó y se puso a llorar.

 

 

            Pasaban los días y las noches y Kahena no dejaba de pensar en Ceferino, especialmente cuando le tocaba dormir. En la escuela, su rendimiento aunque satisfactorio no era el mismo por más que se esforzó, igual se podía decir de sus relaciones interpersonales. Se volvió muy común que ganara B en cada evaluación, en lugar de A o A+ como acostumbraba hacer. Cierto día fue citada por Júpiter Stein, uno de los alias de Sigfried Mengele.

 

 

-Kahena, tu rendimiento ha bajado mucho

 

 

-Lo sé, usted perdóneme.

 

 

-Es por tu hermano ¿Verdad?

 

 

            Sólo basto su nombre para que rompiera en llanto. 

 

 

            Días después, durante los funerales de Ceferino y los setenta guerreros desaparecidos, a Kahena se le veía salir ríos de lágrimas. Son siete días de rituales mapuches, incluyendo las fogatas en donde se hacía ruido para espantar a los espíritus malignos que querían apoderarse del cuerpo de los difuntos, además de los discursos leídos por seres allegados. Luego le llegó el turno al hermano mayor de Ceferino y Kahena, el futuro toqui Kintuñango Tahiel.

 

 

-Sí ese era mi hermano, el valiente Ceferino. Cho todavía recuerdo el año pasado, cuando me caí del caballo mientras cuidaba el ganado. Estuve a punto de morir aplastado por una robusta res, cuando Ceferino, en un alarde de destreza para un niño de su edad, enlazó el cuello de la bestia desde su caballo y lo pudo detener. Apenas pude creer que fui salvado por mi pequeño hermano, Cho un hombre grande y él un niño pequeño, sniff, sniff. Si cho no fuera el sucesor de mi padre estoy seguro que Ceferino lo sería, sniff.

 

 

- ¡¡¡¡Eso no es cierto hermanito, Ceferino está vivo, vivo!!!! ¡¡¡Lo siento en mi alma y mi corazón; por eso mañana al rallar en alba lo buscaré!!!! 

            Se fue corriendo de allí manifestando un profundo llanto. Todos los presentes quedaron callados y estupefactos luego de ver la manifestación de la niña.






            A la mañana siguiente Kahena está montada en su yegua, mientras conversaba con su padre y madre, en los límites de la entrada al feudo Tahiel. 

 

 

-¡¡¡Hija mía desiste!!!, me vas a causar más dolor de la que puedo soportar luego de la muerte de Ceferino.

 

 

Madre, él no está muerto; así lo siento en mi corazón y lo encontraré. Mas si no llegara a tener éxito, quiero morir siendo una hija digna de mi tribu.

 

 

-¡¡¡¡¡Noooooooooooo!!!!! - entra en llanto abrazando muy fuertemente a su esposo.

 

 

            Pelantaro le dijo lo siguiente a su hija

 

 

-Es muy loable tu decisión, pero no la comparto tampoco. Vos entended que perdimos a setenta de nuestros mejores guerreros en el sur; no es que temamos a la muerte, pero si arriesgaba a nuestra gente a una búsqueda sin sentido, pondría en peligro la existencia de la tribu. Niña, escúchame, vas a ahogar a tu madre en un lago de lágrimas y a mí me atravesaras el corazón con la lanza de tu audacia. No es que Ceferino no sea un hijo maravilloso, pero encontrarlo es tarea de dioses.

 

 

-Quiero ser una digna hija de mi también necio padre, que luchó él sólo contra cuarenta gauchos del norte en justa desigual y brutal. Además Ceferino está vivo; vos lo sentís también.

 

 

- Esa necedad casi me cuesta la vida, pero veo que no te podré detener. Ve en paz hija mía, la indomable sangre mapuche corre por tus venas y estoy orgulloso de ti. Que Ngenchen te bendiga.

 

 

            Y mientras Kahena cabalga hacia el horizonte, su madre llora desconsolada en el hombro de su esposo el toqui y dice.

 

 

- ¿Pelantaro por qué la dejaste ir? ¿Que vos no te basta haber perdido setenta de los nuestros además de Ceferino para que ahora sea Kahena? ¿Es que no amas a tu hija?

 

 

-Compréndeme mujer: yo podría haberla detenido personalmente y no sería difícil, pero jamás podría doblegar su corazón; ese fuego que siente en su alma no se apagará hasta que encuentre a su amado hermano o muera en el intento. Ambos son muy unidos desde el día que se conocieron.

 

 

La mujer, aún enjugándose las lágrimas, dijo lo siguiente.

 

 

- Snif, pues entonces, que Cristo la proteja.

 

 

            Al otro lado de Sudamérica, enterrado en los hielos de un iceberg, Ceferino despertaba. Al despertar se da cuenta que todavía es un caballo y está cubierto de gruesas capas amontonadas de hielo.

 

 

-¡¡¡¡No puede ser, todavía tengo el cuerpo de Centella y estoy adolorido!!! ¡¡¡Nazi infeliz, voy a hacer que me hagas normal de nuevo!!!!!!!!

 

            Se levanta y con una descomunal fuerza, logra echar a un lado las densas capas de hielo que lo cubrieron después de estrellarse. Repentinamente logra recibir las diversas señales de radio, televisión e internet y en todos los mensajes y programas aparece una fecha.

 

 

- ¡¡¡¡No podes ser, he estado inconsciente dos meses!!!!!

 

 

            Se levanta del suelo y levita en el aire, logrando luego unas maniobras aéreas casi imposibles de realizar. Todo le es fácil, dado a que puede dejarse llevar por el campo electromagnético de la tierra. 

 

 

- ¡¡¡¡Por Ngenchen, al menos ser así tienes sus ventajas!!!! Con estos nuevos poderes juro Mengele que me vengaré de ti y luego te haré rogar que te permita regresarme a mi cuerpo de nuevo.

 

 

Próximamente.., la grafinovela. 

 

 


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