miércoles, 13 de enero de 2016

El lío de Marty Mcfly (Ríase un poco)


Un día, un desesperado Marty Mcfly se acerca a la casa de su amigo el Doc, que estaba otra vez ocupado reparando o perfeccionando los engranajes de su locomotora que viaja en el tiempo - la misma con la que lo viste despegar en la tercera película de la saga. De manera tímida, toco su hombro con su dedo índice.

- Doc, doc, tengo un problema.

El doc dio la vuelta para mirar a su amigo, quitándose sus grandes y ridículas gafas de sol plateadas; su rostro estaba manchado de carbón, al igual que sus erizados cabellos tipo puercoespin y su expresión era de extrañeza.

- ¿Qué sucede Marty? ¿Has descubierto alguna inconsistencia en el tiempo que debemos reparar?

Con mucha pena y no poco esfuerzo, el joven le respondió

- No es exactamente eso: acabo de reprobar los exámenes para entrar en la universidad; no se si es mucho pedir que retrocedamos en el tiempo para cambiar el asunto.

El doc lo miro profundamente a los ojos, puso una mano en su hombro derecho y le dijo.

- Querido Marty, tú y yo hemos vivido tantas experiencias salvando el mundo y arreglando errores espacio/tiempo que hubieran causado el fin de nuestro universo; has sido un grande y audaz compañero. Sin embargo hay un consejo que te debo dar, en nombre de nuestra gran amistad.

-¿Cuál Doc?

El Doc señaló su locomotora

- ¿Vez aquella máquina? Ya has montado el Delorean tambien y, pese a que sus diseños son distintos, logran el mismo objetivo: viajar en el tiempo, volar y hasta superar la velocidad de la luz ¿Pero sabes cuanto esfuerzo me tocó llegar a conseguir todo ese conocimiento que me hizo ser el científico que soy hoy? ¿Cómo crees que pude construir aquellos artilugios con el que te diste el lujo de darle un puñetazo a Hitler, comer una pizza hecha por Da Vinci y hasta besar a Marilyn Monroe?¿Quieres que te diga mi secreto?

El joven vacilo.

- No hay problema.

- Es simple y sencillo: se llama ir a estudiar.


3 comentarios:

  1. Sabio consejo del Doc al muchacho, es una recomendación atemporal, siempre será una verdad verdadera, en el pasado, presente y futuro. Me encanta el fino humor de esta historia.
    Un beso, Alberix

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  2. Gracias por un poco de humor irónico usted. No se puede llegar del punto A al punto B sin estudiar, ni siquiera en las películas!

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