miércoles, 27 de agosto de 2014

El espectador (Relato)





Aquella amena noche de fin de semana, aprovechando que su mujer y sus dos hijos se fueron al retiro espiritual sin él, Cómodo estaba en casa. Su valioso tiempo lo estaba utilizando bien, poniendo toda su atención en la serie que se proyectaba en ese momento su televisor de pantalla plana; aquel que su querida le había regalado para el día del padre.

            A oscuras como en un cinema, su voluminoso cuerpo estaba cómodo en su suave sofá favorito, con sus pesadas piernas apoyadas en la mesita de la sala y la mano izquierda sacudiendo el paquete de palomitas de maíz; las que consumía mientras disfrutaba otro capítulo de Espartaco. Como todo un Nerón, gritaba frenéticamente, mientras tenía extendida su mano derecha con su pulgar en dirección hacia abajo.

- ¡¡Mátalo Crixos, mátalo ya!!

            Sin darse cuenta, unas manos cubiertas con guantes negros deslizaban un cordón de zapatillas por su yugular. Segundos después, el desconocido comenzó a ejercer una fuerte presión sobre Cómodo, quien a duras penas podía respirar.

- ¡¡Por favor, por favor, tenga piedad; no me mate!!

- ¿Piedad?, jajajajaja, ¿esa misma que le estás negando a tus víctimas de la ficción?, ¡¡bah!! , ¿para qué dejarte vivir, si el mundo de hoy está así por estar poblado de trogloditas como tú? , uno menos ayudaría a despoblarlo un poco.

- Por favor, se lo suplico; tengo mujer y dos hijos, ¡¡piedad!!

- ¿Con que quieres piedad heh?, jajajajaja,  pues será un placer, ¡¡muere ya!!

            Un leve pero sonoro gemido de dolor salió de su boca, desgarrando así la escandalosa tranquilidad de aquel recinto fúnebre.

2 comentarios:

  1. Ooopps, lo que tanto quería disfrutar en la tv, lo sufrió en vida.

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    1. Guapa, es un honor poder recibir un comentario tuyo; ojalá algún día tenga la oportunidad de conocerte mejor, pero por ahora, es muy bonito compartir contigo. Hasta pronto y nos vemos en el mundo de las pesadillas :p

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