En
una próspera granja vivía un joven e imponente gallo, que todas las madrugadas
a la misma hora despertada a todo el mundo, dando inicio a las faenas
cotidianas. Sin embargo esto no le gustaba para nada; en el fondo lo que
deseaba era ser cantante y por más que quienes lo conocían le decían que no
tenía la voz para eso, el muy necio no hacía caso.
Un
día, el gallo se fue de la granja para nunca más volver, pues quería hacer sus
sueños realidad.
-Cuando yo triunfe al fin
esos tontos me dejaran de criticar – pensaba él
El
gallo fue de lugar en lugar, siempre terminando abucheado y hasta repelido a
botellazos por su mala voz. Nunca falto aquel idiota que dijo.
-¡¡Lárgate a tu gallinero
gallo desafinado, vete a cortejar a tus gallinas!!
Pero como no era un gallo pendejo, se puso a apostar
algunas de sus plumas jugando al póker con tan buena suerte que se consiguió
suficiente dinero para pagar clases de canto. Por más que iba a conservatorios
y conocía buenos instructores, había pocos resultados. Sus últimos ahorros los
uso para contratar de instructor a Luis Miguel, quien acepto más por lástima
que por lo que le ofrecía; sólo fueron cuatro clases. Aún así no logro los
resultados esperados.
Decepcionado
de la vida y sin un centavo, el gallo fue a la granja de donde vino. Pero mayor
fue su tristeza cuando se dio cuenta que casi no quedaban animales, las
estructuras estaban descuidadas y las cosechas eran muy escasas. En eso se
encontró con su madre, la mamá gallina, quien lo recibió entre llanto y un
fuerte abrazo de sus gruesas alas.
-¡¡Oh hijo mío, cuanto
hiciste falta: desde que te fuiste ya nadie nos despertaba en las madrugadas,
provocando que nos levantáramos tarde y aún somnolientos y así nos íbamos a
trabajar. Bajo tanto la productividad, que el granjero tuvo que vender la
mayoría de los animales, las cosechas se perdieron por falta de insumos y no
quedo mucho dinero para reparar ni la granja ni la maquinaria!! Si tan sólo tú
te hubieras quedado nada de esto hubiera pasado.
Así
fue como el ex gallo cantor se puso alas a la obra, volviendo a kikiriquear
todas las madrugadas y poco a poco la granja volvía a prosperar. Comprendió que
se tenía que aceptar como era y que su gran talento no era exactamente el
canto.
¡Genial!!! Muy buena demostración de que lo más importante es aceptarnos como somos y que cada uno de nosotros cumple una función.
ResponderEliminarSaludos.
No todos aceptamos nuestras limitaciones. Gran relato. Saludos,
ResponderEliminarNo entendí si la moraleja de la fábula es «no te esfuerces», «quedate donde seas útil en vez de perseguir tus sueños» o cuál otra.No es por criticar ni por desanimarte, la fábula está bien contada, simplemente no coincido con la moraleja de la historia. ¡Suerte!
ResponderEliminarEntiendo tu inquietud y la respeto, pero espero aclararte unas cosas. En realidad no estoy en contra ni de que persigas tus sueños ni de que te esfuerces, lo que quiero decir es que el personaje buscaba cumplir un sueño que no era el suyo y para el que no tenía el talento, al menos no en ese campo. Lo triste es que, al igual que el personaje del cuento, él no está sólo en el club.
EliminarEn el mundo hay mucha gente que ya sea por una fantasía utópica, presión de grupo o la abrumadora publicidad que con el internet se ha agravado más, se ilusiona por metas que a la larga no pueden conseguir, ya sea porque no tienen el talento o por alguna otra razón. Hay mucha gente que quiere hasta cambiarse de sexo, incluso los que quieren emular el talento de su ídolo simplemente por puro ego. El jugador de basket Magic Johnson creyo que por haber sido un gran jugador podía ser un entrenador competente; hubo un tiempo en que el legendario Michael Jordan quiso ser jugador de beisbol, ¡¡imagínate!!.
Todos tenemos sueños que queremos cumplir, pero los que realmente triunfan son quienes se conocen a sí mismos, que tienen el talento y están bien seguros. Los hay multifacéticos como Leonardo Da Vinci o Salvador Dalí.., pero ellos no son todo el mundo.
Espero haberme explicado bien y te invito a que sigas leyendo mi blog. Agradezco todas las críticas aunque sean destructivas, me ayudan a mejorar. Un saludo.
Alberix Zeta
Escribes muy bien, tienes mucho talento!!
ResponderEliminar