viernes, 22 de noviembre de 2013

El hipo, un insignficante síntoma peligroso

Es un humorístico cliché en diversas películas, sobre todo si se trata de médicos/as y comedias, incluso en una conocida serie animada hay un personaje con ese nombre. Me refiero al hipo, ese pequeño pero incómodo síntoma que sufren muchas personas y que generalmente se toma como algo insignificante y a veces hilarante. Pero lejos de ser imaginado de esa manera, tener hipo puede significar la señal de algo aún más alarmante: que no se está respirando bien.

Aunque no soy médico y no soy muy versado en este tema (por lo menos a lo que se refiere a su definición médica), sí he logrado erradicarlo casi por completo y se cómo hacerlo. Desde que tomo clases de yoga y meditación he aprendido que cuando se respira bien no se tiene hipo, basta con tener respiración abdominal que consiste en lograr que inhalar el aire hasta llenar el abdomen como si fuera una pera, luego al exhalar el aire se distribuye por todo el cuerpo; el llenar el abdomen hasta capacidad permite a los pulmones tener suficiente músculo para llevar el oxígeno a todas las partes del cuerpo, logrando purificar la sangre  y mejorar la calidad de vida como si exprimieras una bola de goma.

El hipo es el síntoma clásico que significa que el aire no pasa o queda atrapado entre la garganta y el esofago. Existen tres formas de evitar tener hipo, he aquí los pasos:

1. Usar técnicas de meditación y yoga, además del asesoramiento del instructor/a

2. Hacer ejercicio físico dependiendo del límite de cada persona

3. El método clásico, que es tener un susto tan grande como puedas. Son recomendables las películas de suspenso o terror, principalmente de Alfred Hichcock, John Carpenter, las que se basan en los libros de Stephen King o las que dirige Wes Craven.

Pero lo mejor que nos puede pasar es que nunca nos de hipo, aunque es de lo más común; incluso a mí que me gusta respirar bien me dan mis ocasionales ataques de hipo, principalmente cuando estoy tenso o me da una emoción muy grande o imprevista. Lo importante es siempre saber corregir.

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