viernes, 19 de julio de 2013

La máquina de escribir, ejercicio de educación física para escritores y blogueros





No hace mucho tiempo, un amigo hacker se sorprendió muchísimo al ver que yo escribía sin ver las teclas de mi teclado de la PC como si eso no fuera muy común, incluso yo mismo me sorprendo de lo bueno que soy, al menos si me comparo con un montón de esos que escriben por internet viendo el teclado. Toda esa facilidad se la debo nada más y nada menos que a un dinosaurio que muchos jovencitos/as hoy en día tal vez desconocen de su existencia (últimamente hasta parece que las eras terminan más rápido), hablo de la máquina de escribir.

Recuerdo como si fuera ayer cuando entre por primera vez al salón de clase de mecanografía de mi colegio, divisando un montonón de mesas rectangulares paralelas entre sí con aquellos aparatos tapados con cubrepolvos y su correspondiente asiento para usuario bien acomodado debajo del mueble, siendo aquella visión algo bastante intimidante. Tambien rememoro las veces que encontraba las teclas pintadas de líquido corrector para que no hiciera trampa en el examen, aquella vez en que no podía mover las teclas sólo porque no me di cuenta de que tenía que mover la barra con rodillo donde estaba el papel a su posición original, los sufrimientos del primer año de clases, los errores en las prácticas, las veces que la profa nos ponía a teclear contra reloj que era cuando me iba peor, ese libro de mecanografía Gregg que contenía una serie de frases que no eran para nada divertidas pero que tenía que reproducir en el papel; en fin toda una odisea digna de un purgatorio.

Pero ninguno de esos recuerdos por poco agradables que hayan sido no se comparan con el momento clave, tan inolvidable como triste que fue el día que a los mejores/as alumnos/as de la clase nos tocó hacer la prueba final, que consistía en escribir un montón de letras en desorden en papel tal como las dictaban, recuerdo como uno a uno a mis compañeros/as los iban retirando cada vez que el profesor de contabilidad, que en ese momento era una especie de vigilante de la profa, se daba cuenta de que algún error, quedando yo y tal vez otros dos gatos. La misma profesora dijo que yo debería ganar el certificado, ese pedazo de cartón que garantizaba que yo podía escribir muchocientas palabras por minuto, pero en honor a la verdad creo que nunca me lo gané porque jamás me dieron el certificado, me hubiera sentido honrado de ganar el primer título en mi corta vida en ese instante, sin embargo todo quedo en un sueño.

Si hay algo bueno que saque de aquel episodio vivido fue que ahora puedo escribir en cualquier teclado de computadora sin casi dificultad, de una manera más veloz que el twitero promedio en una ladtop como si fuera algo tan simple como comer, dormir o caminar; por eso jamás maldigo aquellos tenebrosas pero didácticas clases en las que yo aprendí a escribir un párrafo pese a que al final de cada una mis dedos me dolían.

Si todavía te parece un tedio escribir en un teclado por tener que ver cada tecla, siendo el peor de los casos que hoy en día todo se debe hacer a la carrera para dar una respuesta a alguien, en especial si eres escritor/a, bloguero/a que necesita la atención de su público, te sugiero esa terapia; admito que nunca he sido una eminencia con las máquinas de escribir, pero creanme que eso me ha ayudado bastante a salir de apuros. Una persona que escribe en un teclado periférico con dificultades es como un pianista que tiene que ver cada tecla para reproducir una pieza musical.

Sería bastante embarazoso para mí darte clases de mecanografía, por lo que te voy a dar algunos tips.

1. Pídele a tu papá o abuelo que te desempolve su máquina de escribir si es que todavía la tienes o puedes intentar buscar una en Deremate.com o Amazon.

2. Mira bien si está en perfecto estado o si todavía puedes conseguir rollos de tinta, en caso tal de que sean escasos fíjate bien si la cinta vieja (si la tiene) está en perfecto estado de forma tal que puedas echarle carbón o tinta negra para que la tecla se imprima en el papel.

3. Las primeras teclas que debes aprender son asdf y jklñ tecleandolas usando tus diez dedos, luego de adaptarte a su posición en el teclado aprendete la posición de las otras teclas que están alrededor de estas, entre ellas los números, los signos de puntuación, interrogación, admiración, sangrías, la barra espaciadora..., etc; tambien te recomiendo que desempolves alguno de esos libros de mecanografía viejos o si tienes suerte bájate algún programa de clases de mecanografía.

4. Busca preferiblemente una hoja usada pero con la otra cara limpia, es un buen método de reciclaje y además de eso ahorras las hojas limpias para cuando realmente se necesiten.

5. Procura practicar todos los días o a la mayor brevedad, es casi imposible que puedas realizar esto en un día y una noche ya que nadie nació sabiendo o haciendo.

6. Con esto no estoy diciendo que hay que reemplazar a la computadora, simplemente has la prueba. Soy de los que piensan que quienes saben sobrevivir en una selva les es más fácil vivir en una ciudad.

Espero haberte sido útil a menos que quieras seguir intentando descubrir si te conviertes en una J K Rowlingo, un Dan Brown o un García Márquez escribiendo y viendo las teclas a la vez. Gracias y hasta pronto.

El Pregonero Silencioso.


3 comentarios:

  1. Esto me suena a experiencia traumática xD

    De todas formas, estos consejos que has dado al final de practicar la mecanografía con una máquina de escribir, aunque el daño que puedes llegar a hacerte al meter el dedo entre dos de las teclas de una máquina antigua es una buena herramienta disuasoria y te motiva para acertar a la primera, nos son, a mi parecer, imprescindibles.

    Yo aprendí mecanografía utilizando un teclado de ordenador y un programa gratuito especialmente pensado para enseñarte a ello. Un ejemplo con una búsqueda rápida a Softonic:
    http://mecanet.softonic.com/

    Otro comentario, no se si a ti te pasará, pero yo me pongo negro cada vez que cojo un netbook, un portátil de esos más pequeños, e intento escribir con ellos. Me resulta extremadamente frustrante. ¡Nunca encuentro las teclas donde deberían estar, son demasiado pequeñas! Entonces, tengo que pararme, corregirlo, me vuelvo a equivocar, otra vez corrigelo, ahora dos letras a la vez... ¡ARGH! xD

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    1. La máquina de escribir no te enseña mecanografía, del mismo modo que tener una computadora no te hace programador. Yo nada más lo sugería como máquina de ejercicio, pero sí estoy de acuerdo contigo en que hay otras maneras de aprender mecanografía. Créeme amigo, las pesas de un gimnasio jamás me van a consolar cuando estoy fatigado, pero sería una experiencia divertida si eso sucediera. Gracias por tu comentario.

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  2. Paso de las prácticas con el dinosaurio, prefiero las suaves teclas de mi laptop jeje

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