En cierto suburbio para militares retirados del medio oeste de Estados Unidos, vivía un muchacho medicado con trastornos mentales, con una buena pensión – su padre, un ex coronel retirado, uso su influencia para conseguirla, ya que él, por su condición, estaba incapacitado hasta para trabajar – y buena disposición, pese a su problema. Sin embargo, quería servir a su país como lo estaba haciendo hasta su hermana menor, quien era una ranger, con el inconveniente que sus propios congéneres se lo impedían de miles de formas. Fue así que, en un arranque de valor, le envió un correo electrónico a la página web de la armada y esto fue lo que le respondió un decente reclutador.
Querido
Orwell
Es
un honor haber recibido tu misiva, escrita por el miembro de una honorable
familia que le ha dado buenos servicios a la patria. Además de eso, el material
que me envió sobre usted es prometedora; creo que hasta podría pasar las
pruebas médicas. Sin embargo, debo recalcarle algo: la vida de un soldado es
muy dura y no es exactamente como usted se lo imagina.
Se
lo que puede pensar, se lo que puede sentir ahora, en este momento, cuando
parece que mis palabras se escuchan desoladoras, pero como soldado que soy, te
tengo que explicar la realidad. La vida de un soldado no es para nada fácil, de
hecho, es muy probable que sea la profesión más difícil del mundo.
Para
empezar, tienes que tener algo en mente: tal vez no regreses con vida. Un
soldado debe estar dispuesto a obedecer órdenes y luchar hasta su último
aliento; no niego que tenga la voluntad, pero hay cosas que son peores que la
muerte.
Cada
vez que un soldado cae prisionero, casi siempre le toca hacerlo en una nación
hostil y en una cárcel donde se le violan todos los derechos humanos. Me ha
tocado conocer el caso de muchos compañeros/as de armas, que, al regresar de su
prisión, no son las mismas personas que alguna vez conocí, si es que les toca
la mala suerte de regresar sanos y salvos.
También,
aunque es cierto que tenemos al ejército más poderoso del mundo, con toda la
tecnología de punta a nuestra disposición, con la mejor atención médica,
nuestra institución no está en condiciones para aceptar a gente como usted: no
somos un hospital de especialidades siquiátricas. La razón es sencilla: ni las
máquinas ni las drogas hacen al buen soldado.
Por
este motivo, escogemos a lo mejor de lo mejor y los entrenamos para que
sobrevivan hasta a lo más básico, sin casi comodidades. Usted no se imagina lo
que cada una de estas personas les toca vivir, hasta en los campos de
entrenamiento.
Lo
voy a describir en pocas palabras ¿Se imagina usted, con su enfermedad mental,
vivir con el recuerdo de la primera persona que mato y las de muchas más? ¿Qué
pasaría si, tras una batalla, le toca la suerte de estar vivo pero lisiado de
por vida? Y aun asumiendo que sobreviva ileso a muchas batallas ¿Dormiría
tranquilo con el recuerdo de los tiroteos, bombazos, golpes y hasta gritos de
sus compañeros y enemigos? ¿Le gustaría llevar la carga de haber matado ,por
error, a civiles inocentes?
Si
lo acepto en el ejército podría suceder o dos cosas: se volvería más loco o se
haría sicópata. En el primer caso, usted tendría su mente lisiada de por vida y
preferiría la muerte al sufrimiento; en el segundo, le tocaría ser un loco
demente que obedecería órdenes a ciegas sin cuestionarlas, lo que podría
convertirlo en un terrorista y en este mundo ya tenemos más que suficientes.
Es
usted un soldado de corazón y lo saludo con respeto; si otra fuera la
circunstancia, no dudaría en darle el sí. Pero mi conciencia me dicta otra cosa
y le daré un consejo: use esas buenas aptitudes para mejorar su calidad de vida
y siga adelante; su verdadera guerra es contra su enfermedad y, mientras la
tenga bajo control, se dará cuenta que vive en unas eternas vacaciones, con
talentos que puede usar tanto para superación personal como para hacerse rico.
No se haga ilusiones de grandeza ni sufra más: usted tiene todo lo que necesita
para ser feliz y, pese a todo, aun lo ignora. Espero haberlo sacado de dudas.
Si esto no es un adiós, que sea un hasta luego, soldado Orwell.
Esta es una entrada extraordinaria, Alberic. No he visto nada como esto hasta ahora. Cuenta la verdad. Lo sé. Serví en las Fuerzas Armadas hace muchos años, no como un soldado, porque eso no fue abierto a las mujeres en el momento, pero me puse el uniforme, estaba bajo las órdenes, y yo estaba en la compañía de los hombres que habían visto combate en Vietnam. Aprendí muy pronto que la vida en un servicio militar no es bueno para todos. Es una sociedad altamente especializado, jerárquica que ha evolucionado a lo largo de las edades y que existe para un propósito especial. Su entrada capta muy bien. Gracias por la entrada que.
ResponderEliminarThis is an extraordinary entry, Alberix. I have not seen anything like it until now. It tells the truth. I know. I served in the military many years ago, not as a soldier because that was not open to women at the time, but I wore the uniform, was under orders, and I was in the company of men who had seen combat in Vietnam. I learned very quickly that life in a military service is not good for everyone. It is a highly specialized, hierarchical society that has evolved over the ages and exists for a special purpose. Your entry captures that well. Thank you for the entry.
Y es una vida que no le desearía ni a mi peor enemigo. Gracias por su halagadora crítica, Miss Koval.
EliminarUna parte de mí admira a los soldados y otra siente que los rechaza. Es un sentimiento contradictorio, como el que me generan los religiosos. Supongo que admiro su convicción, su forma de aferrarse a eso en lo que creen, pero a la vez la violencia que representan me aleja de forma inevitable.
ResponderEliminarPor otra parte, quedé gratamente sorprendida con encontrar este escrito.
Pero segun una fuente filedigna - y esa es en realidad mi inspiración para escribir esta supuesta carta y no puedo revelar su nombre - me informo de estas cosas y más que es mejor no describir y prefiero saber. Es cierto, todo es verdad, pero son personas como tú y yo que, en muchos casos, la vida los eligio para esa vida y no al reves. Espero haberte sacado de dudas. Hasta la próxima.
EliminarQuise decir prefiero no saber; espero que me disculpes mi corrección. Hasta pronto.
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