viernes, 17 de octubre de 2014

Una noche en transilvania



Esa noche de relámpagos esporádicos que adornaban el oscuro cielo con destellos góticos, Mijaíl y yo despedíamos al último grupo de turistas que vinieron a conocer el castillo de Vlad Dracula, al menos por hoy.

- Vaya Nadia, solo estamos tú y yo aquí en este lúgubre castillo.

- Querrás decir patrimonio nacional.

            A diferencia de las creencia popular, Vlad Draculea  III – estoy harta  de explicarle esto a los turistas - , está muy lejos de ser imaginado en mi país como el aristócrata inglés  de las novelas de Bran Stoker. Aquí en Rumania es considerado un héroe: fue un noble ex súbdito del imperio otomano, pero al llegar a la adultez se les rebelo y comenzó una sangrienta campaña de resistencia. Sus métodos, que consistían en tétricos empalamientos y torturas más allá de la imaginación, infundieron tal miedo en los invasores que dio origen a una leyenda que perdura hasta hoy; con esto no quiero decir que apruebo todo lo que hizo, pero en su época eran prácticas bastante comunes entre los reyes con tal de mantener orden, seguridad y autoridad. Otro apodo suyo era Vlad Tepes, que quiere decir Vlad el empalador, precisamente por el tipo de muerte arriba mencionado con el que castigaba a sus rivales.

- Perdón Nadia, sólo fue una broma.

            Aquí estamos nosotros: los dos únicos celadores de este lugar. Generalmente somos una cuadrilla los que cuidamos esto, pero en esta ocasión sólo nosotros; el resto del personal estaba de huelga para exigir aumentos. De todas formas ningún ladrón se atrevería a profanar el antiguo hogar de su ocupante más famoso.

            Aunque no creo en los vampiros, éste lugar me da algunos escalofríos. Siempre me siento así cuando estoy acompañada del resto del grupo, pero imagínense ahora: de día, rayos de sol se filtran por sus ventanas; un juego de luz y sombra que evoca lo sobrenatural y lúgubre. De noche es el reino de la oscuridad: cualquiera que estuviera a solas aquí puede dar fe que la falta de luz aumenta el miedo a lo desconocido; hoy son los relámpagos los que parecen proyectar fantasmas de las sombras.

            De pronto, escucho de la boca de Mijail las siguientes palabras, con un tono tan macabro cual si fuera poseído.


Déjame helar tu sangre
Con mis colmillos en tu piel
Para darme calentura
En esta noche oscura

¡¡Mijaíl!!, ¿qué te pasa? – le respondo volviendo mi mirada hacia él.

            En tono normal, él respondió.

- ¡¡Ja!!, ¿te gusto, no?, son parte de las estrofas de una poesía que escribo para un concurso de terror.

- Son los peores que he escuchado.

            Su expresión paso de su inicial delirio a contraída de pena. En su defensa dijo:

- Por un momento creí sentir tu miedo. Ojalá al jurado les guste más que a ti. Por cierto, ¿qué harás este fin de semana?

- Nada que tenga que ver con castillos góticos ni aprendices de vampiro.

- ¡¡Bah!!, aguafiestas. Muy bien, quédate cuidando el sector occidental y yo el oriental, ¿estás de acuerdo?

- Me da igual.

            Al quedar sola, sentí que alguien me miraba. Gire la cabeza a esa dirección y no vi nadie. Esto lo repetí varias veces.

- Mijail, no me vengas otra vez con esas.

            Sólo escuche un trueno.

- ¿Mijaíl, eres tú?

            Saque mi arma y apunte su cañón a todas las direcciones donde proyectaba mi linterna. Dispararía si me sentía amenazada.

 -¡¡Mijail basta, ahora sí me asustas!!

            Una mirada siniestra se cernía sobre mí. Luego escuche unos pasos.

            ¡¡Salga con las manos en alto o disparo!!, ¿me oyó?, ¡¿quién está allí?!





7 comentarios:

  1. Muy buena historia para iniciar Halloween. Se abre la veda. Avisaré a Vlad, siempre quise ser una de sus novias. Aunque es terrorífico por la deformación que comentó el personaje también es increíblemente romántico. Un abrazo

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    1. Diablos Isabel: ahora por culpa de fanáticos/as como tú tendre que pensar en una saga, idea que no estaba en los planes originales. No sabía que el cuento estuviera así de bueno, pero la idea la voy a pensar; no te puedo confirmar nada concreto hasta tal vez mucho tiempo.

      De ese tipo, drácula, se ha escrito, filmado y debatido tanto que otra versión más de la trillada historia me parecería de más. Sin embargo, si recibo más críticas como las tuyas, no tendré más opción que la de crear una historia más larga. De todos modos gracias por disfrutar mi blog; te invito a que lo sigas haciendo. Un saludo.

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    1. Hola Alberix.
      ¡¡Que miedo!!

      Me encantó.
      Que este año que comienza te colme de bendiciones.
      Un gran abrazo y mis mejores deseos.

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